Victoria Abril: "Yo no quería ser actriz, terminé siéndolo para no acabar de secretaria"
En el día de su cumpleaños, Victoria Abril, interprete imprescindible en la historia del cine europeo de los últimos 50 años, repasa en Hoy por Hoy su trayectoria y su regreso a los teatros españoles con la obra 'Medusa', 45 años después
Victoria Abril: "Yo no quería ser actriz, terminé siéndolo para no acabar de secretaria"
Victoria Abril (Madrid, 1959) cumple hoy años y ha decidido esta mañana celebrarlo con todos los oyentes del Hoy por Hoy. Empieza aclarando cómo ha tardado 45 años en volver a hacer teatro en España. "Quizás es que he tardado en encontrar algo especial, tan especial como 'Medusa' y poder hacerlo en el templo del teatro clásico español, en Mérida. La verdad es que en el cine si tienes un par de escenas malas, las haces y no pasa nada, pero en el teatro, si el texto no es bueno, las pasas "Putas" todos los días". Y luego las señales, que Victoria no pasa por alto. "Cuando me dieron el texto le dije al director, bueno, vamos a ver si puedo aprenderme todo este diálogo, hablamos a la vuelta del verano. A mitad de agosto yo ya sabía que podía hacerlo, ya me había aprendido el texto de 'Medusa'. Hablé con él y le dije que lo hacía. Entonces me fui a la playa y nada más meterme en el agua me atrapó una medusa que me dejó una marca durante dos meses, como si Medusa me hubiera dicho que tienes que hacer medusa".
Victoria Abril: "Si en el teatro el texto no es bueno las pasas "Putas" todos los días"
Es además Victoria Mérida, como el templo del teatro clásico español. De cómo llegó a ser Victoria Abril y no Mérida, su apellido real, habla el principio de todo. Cuando tenía que firmar su primera película, "Obsesión", le preguntaron cómo quería ser llamada artísticamente. "En casa le pregunté a mi madre si mantenía mi nombre y mi apellido, el de Mérida, o lo cambiaba. Mi madre me dijo que mejor me cambiase el apellido, eran tiempos en los que si tu hija iba a ser conocida como actriz, en realidad iba a ser sobre todo confundida en esa época con una "Puta". Estábamos en el mes de abril y con el nombre del mes en el que estábamos me quedé".
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Un mes, el de abril, que tiene su importancia. Porque estaba destinada a ser secretaria en septiembre. Y unos meses antes pudo driblar a su destino y convertirse en actriz. "Te digo la verdad: yo no quería ser actriz, yo, sobre todo, lo que no quería es ser secretaria, de modo que le doy gracias a Dios porque el cine llegara a mi vida".
Y en el cine se quedó, con tres directores clave. Vicente Aranda, Tano Díaz Yanes y Pedro Almodóvar. "Ellos han sido fundamentales. Los tres me han cuidado, formado y preparado". Durante esta charla, uno de ellos, la ha felicitado en directo: Agustín Díaz Yanes, ('Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto' o 'Sin noticias de Dios'. Tano ha comentado que no le ha enseñado mucho a Victoria, pero que ella a él sí. "Me hizo director". Victoria recuerda que antes de ponerse a rodar 'Nadie hablará de nosotras...' le dijo: "Oye Tano, te voy a decir dos cosas. Yo este pedazo de guion, por el que nos van a dar todos los premios, si tú no la ruedas, yo no la hago. Y otra cosa: Tú te vas a encargar de recoger todos los premios que nos van a dar, incluidos los que por esta película me van a dar a mí". Y así fue porque el Goya de Victoria a la mejor actriz descansa en la casa de Agustín Díaz Yanes.
Del mismo modo, la también actriz Aitana Sánchez Gijón, tampoco ha querido perderse la fecha y ha valorado a Abril como "una de las actrices más libres y con más talento que he conocido en la vida" y como "un referente para todas las actrices de mi generación y de otras" y ha pedido un deseo: "Ojalá, Victoria, la vida nos ofrezca la posibilidad de trabajar en alguna ocasión juntas"
Victoria reconoce que cuando empezó no tenía referentes, "yo ni siquiera iba a ver las películas para no copiarlas en los rodajes al día siguiente, porque cuando empiezas tienes muchas preguntas, pero ninguna respuesta". Y luego, pensándolo un segundo, aclara: "Bueno, menos Charo López en el teatro. Al principio con ella firmé una gira de seis meses sin pasar por Madrid. De esas giras que hacíamos en autobús. Allí viajábamos y allí dormíamos, menos una vez a la semana que dormíamos en el hotel. Recuerdo que yo era como un perrillo faldero, donde ella iba, iba yo. Antes de abandonar cada ciudad en la que habíamos actuado, de camino a la siguiente, mientras hacíamos tiempo, ella se metía en el bingo y yo iba con ella, aunque a mí no me gustase el bingo, pero estaba tan enamorada de su forma de actuar, de lo que ella representaba que sí, la puedo considerar un referente, claro".
Sergio Castro Salillas
Redactor y guionista en la SER desde 1996. Estuvo...