'The New York Times' se fija en Barcelona y lo que enseña se va a recordar mucho tiempo
La capital catalana lleva unos días en el punto de mira de muchos medios extranjeros
Los turistas que han estado llegando a España en los últimos meses no se han encontrado la puerta tan abierta como hasta ahora. La saturación en los destinos más turísticos, la subida del alquiler y el aumento de los pisos turísticos son algunas de las causas que han movilizado a la sociedad española a rebelarse contra el turismo masivo y a exigir medidas para promover un turismo más sostenible. Canarias, Mallorca o Málaga han acogido algunas de las mayores congregaciones.
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Durante el fin de semana, Barcelona fue el escenario de la ira y el rechazo de los residentes bajo el lema "¡Ya basta! Pongamos límites al turismo". Los medios de comunicación extranjeros llevan días haciéndose eco de las imágenes que han dejado las protestas, llegando al otro lado del océano. 'The New York Times' ha sido uno de los últimos medios en analizar la manifestación en la capital catalana, en la que unos 2.800 protestantes tomaron las calles.
"Los barceloneses apuntan a los turistas", dice el titular de la crónica del diario estadounidense, haciendo alusión a las imágenes que se han compartido en redes sociales de vecinos apuntan a turistas con pistolas de agua. Con pancartas y pistolas de agua, los protestantes han protagonizado algún encontronazo verbal con los turistas, a los que rociaban con agua para que abandonasen las terrazas de los restaurantes o a las puertas de los hoteles.
En el video compartido por 'The New York Times', se pueden ver como grupos de turistas se ven forzados a abandonar los establecimientos cuando son disparados con agua por parte de los manifestantes al grito de: "¡Please, go home!".
Barcelona tiene una población de unos 1,7 millones de habitantes, mientras que el año pasado, más de 12 millones de turistas hicieron noche en la capital catalana. Esto la coloca en unos de los destinos turísticos por excelencia en Europa. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha verbalizado su firme voluntad de limitar masificación turística y sus consecuencias en la ciudad y que así "lo demuestran las medidas" ya lanzadas. Explicó que el Pla Viure de vivienda prevé suprimir más de 10.000 pisos turísticos para que vuelvan a ser residenciales; que subirá el recargo del impuesto turístico a 4 euros por noche, para destinarlo a gestionar el impacto del turismo; y que limitará los cruceristas que no pernoctan.
"Deberíamos estar contentos y agradecidos de que la gente esté interesada en venir a nuestro país", comentaba Carmen Sánchez, guía turística en Barcelona desde hace 18 años, en declaraciones al diario. "El turismo es fundamental", afirmó, y añadió: "Atacar al turismo no es el camino a seguir, porque todos somos turistas. Todo el mundo viaja y el que diga que no, miente".