La selección española ha celebrado la cuarta Eurocopa con la afición por las calles de Madrid, primero encima del autobús descapotable y para acabar la fiesta encima del escenario que se montó en Cibeles. Fue ahí cuando Álvaro Morata tomó el protagonismo, fue el primero en aparecer delante de la gente con la copa y luego con el micrófono demostró unas dotes que no se le conocían, primero con el agradecimiento a la afición y posteriormente presentando a cada uno de sus compañeros que fueron apareciendo con una canción elegida por ellos. Sus primeras palabras, dirigidas a España, dejaron clara la euforia del capitán: «Tenemos el mejor país del mundo, la mejor comida, los mejores sitios de vacaciones, los mejores trabajadores, agricultores, todo... tenemos que saber que somos el mejor país del mundo y ¡Somos campeones de Europa!». «Es increíble, espero que disfrutéis tanto como nosotros, ha sido mágico», dijo dirigiéndose a la afición y no se olvidó de los compañeros que estuvieron durante la clasificación pero que no pudieron estar en Alemania: «También es trabajo suyo y los queremos mucho». El «show» de Morata no acabó aquí, las presentaciones del resto de jugadores fueron todas una muestra de la unión de esta selección que ha logrado ganar la Eurocopa. El delantero dio paso al escenario a los jugadores por orden de dorsal, por lo que el primero en entrar fue David Raya: «Con el número uno, el Spiderman de la portería de España, sería titular en cualquier centro del campo de la Eurocopa, les ha enseñado a los ingleses cómo se gana el guante de oro ¡David Raya!». A partir de ahí se fueron sucediendo motes y elogios, como el de «jabalí de España» para Carvajal. Además recuperó uno de los cánticos que se ha escuchado este año en el Athletic Club, para presentar a Vivian entonó el famoso: «Yo no soy delantero, yo soy central, yo soy central, Dani Vivian, teniente Dani Vivian. Y si te chocas con Dani pal hospital pal hospital». Prácticamente sin voz siguió con su labor, heredada de Pepe Reina, presentando a Merino recordándole su gol contra Alemania «con el espíritu de Puyol». Cuando le llegó su turno no dudó en presentarse a sí mismo como «un delantero defensivo que daría la vida por ganar esto». La afición le respondió con gritos de «capitán» que frenó diciendo que no quería llorar. Y uno a uno prosiguió: «Una lavadora te la baja con el pecho», dijo de Joselu. Y tras un trago de agua merecido, continuó con Olmo, Ferrán, Grimaldo y Remiro al que mencionó especialmente por ser el único que no pudo jugar en esta Eurocopa pero le reconoció que «es uno de los que más ha jugado fuera». Otro de los momentos estelares fue cuando presentó a Rodri cantando el famoso «Will Griggs on fire» adaptándolo a «Rodri is on fire». Morata prosiguió con su espectáculo hasta completar todos los nombres que han llevado a España a levantar la cuarta, desde Nico Williams, que entró bailando, pasando por dos de las sensaciones de la Eurocopa Lamine Yamal y Cucurella. Finalmente llegó la hora del seleccionador que acabó dando un discurso de agradecimiento a la afición y as sus jugadores: «Son un ejemplo para este país. Hay que seguir así. Unidos somos más fuertes».