La llegada del verano y las altas temperaturas hacen que cada año sean más los que decidan pasar unos días en la playa para refrescarse. Unos se bañan, otros toman el sol y los hay que prefieren dar largos paseos por la orilla. Una costumbre muy extendida que está en el punto de mira para los expertos. «Es un consejo que damos muy alegremente y que debemos matizar», aseguraba el podólogo Víctor Alfaro en «Hora 25» con Aimar Bretos, que ha desvelado alguno de los secretos que esconden nuestros pies. Aunque es creído por muchos que caminar por la playa es algo beneficioso para nuestra salud, lo cierto es que no es así exactamente. Lo que es bueno «para casi todo el mundo» es dar esos paseos si son «cortos e intermitentes». Sin embargo, si haces largas caminatas por la playa cuando no estás acostumbrado a caminar descalzo por la arena y, además, sueles llevar durante el invierno un zapato con algo de altura de tacón, puedes acabar teniendo algún problema. «Primero, porque bajas al suelo directamente y luego por el sobreesfuerzo que supone caminar en la arena», dice el experto. Sobre la arena, hundimos los pies para después volverlos a sacar y eso es algo «buenísimo», pero para poco rato. «Si alguien quiere caminar en serio en la playa, o está entrenado para eso, o lo que yo les recomiendo mucho más es que se pongan unas deportivas por el paseo y el deporte lo haga ahí. De esta forma, lo otro será un regalo puntual que le haga a sus pies», señalaba. El experto también se pronunciaba sobre los runners que durante el verano pasan del asfalto a la orilla de la playa. «Tienen que hacer una adaptación. Es posible que muchos de ellos se den cuenta rápido de que no deberían hacerlo», resaltaba. Esto ocurre porque están acostumbrados a la altura que tiene el tacón de sus zapatillas, conocido como «drop»: «Si de repente haces la misma carga de entrenamiento, pero bajando al suelo y descalzo, la carga muscular la multiplicas muchísimo». Para Alfaro, lo ideal sería que esas personas hagan «sesiones cortas» durante sus vacaciones y que no trasladen completamente el entrenamiento que hacían en el asfalto para evitar posibles problemas musculares. «El sentido común tiene que ser escuchar el cuerpo y no dejarse guiar por lo que escuchen o lean en redes sociales, ya que eso ha sido la causa de muchísimas lesiones», ha resaltado.