Durante la celebración de la selección española el pasado lunes en la Plaza de Cibeles en Madrid por el triunfo en la Eurocopa 2024, uno de los temas más comentados fue el cántico que se escuchó tanto entre el público como en el escenario de «Gibraltar español». Aquel mensaje estuvo liderado por dos jugadores de La Roja: Álvaro Morata y Rodrigo Hernández. Tras lo ocurrido, la UEFA ha anunciado que ha nombrado a un inspector disciplinario para investigar una posible violación de su vigente reglamento. El territorio de Gibraltar es colonia británica tras el Tratado de Utrecht de 1713, en el que España cedía la ciudad y el castillo, pero no el istmo ocupado, de ahí que exija su devolución así como una negociación con Londres sobre el poder del Peñón. La polémica se produce en plena negociación entre Bruselas y Londres sobre el futuro de este territorito con la UE tras el Brexit. Tras dos años de negociaciones, aún no hay ningún acuerdo materializado. Durante el programa de Hora 25, la periodista Esther Palomera ha compartido su postura con los oyentes: «Hacía mucho tiempo que no sentía tanta vergüenza ajena», refiriéndose a la conducta de algunos jugadores sobre el escenario durante la multitudinaria celebración en la Cibeles. Palomera cree que hubo un «ejercicio de cuñadismo permanente». La asociación de fútbol de Gibraltar (FA), ha presentado el pasado martes una queja oficial a la UEFA calificando este acto como «extremadamente provocativo e insultante». Además, destacó que este tipo de cánticos son «inaceptables» y que en este deporte «no hay lugar para un comportamiento de esta naturaleza». Por su parte, el Gobierno de Gibraltar se encuentra «decepcionado» con la celebración de la selección española y lo ha calificado como «comentarios rancios sobre Gibraltar». Ha añadido que es «una mezcla innecesaria de un gran éxito deportivo con declaraciones políticas discriminatorias». «El lamentable uso de la plataforma de la celebración en torno a la victoria de la Eurocopa para promover la idea de usurpar el territorio de Gibraltar es contrario al principio de que el deporte no debe utilizarse para promover ninguna ideología políticamente controvertida», ha sentenciado.