La socióloga Cristina Hernández será nueva directora del Instituto de las Mujeres tras el cese de Isabel García por la gestión de los Puntos Violeta
Es licenciada en Sociología y experta en temas de Igualdad
Punto violeta en el Reggaeton Beach Festival. / Gisela Jane
Cristina Hernández será nueva directora del Instituto de las Mujeres tras el cese de Isabel García después de la polémica sobre los contratos que ella y su pareja habrían obtenido de municipios del PSOE para gestionar los Puntos Violeta.
El Consejo de Ministros aprueba el cese de Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres por los contratos adjudicados a dedo a las empresas que comparte con su pareja por ayuntamientos socialistas, cinco de ellos este mismo año estando ella ya en el cargo de Igualdad y algunos "supuestamente amañados".
Su situación era insostenible, nadie en el Gobierno salió en su apoyo, tampoco ningún dirigente del PSOE la defendió y Sumar pidió su cese inmediato por enriquecerse con el trabajo en favor de la Igualdad. Su continuidad era un lastre para la ministra Ana Redondo que la semana pasada, cuando se conoció la polémica, pidió tiempo, paciencia y humanidad para que se explicase.
Isabel García denuncia, tras su cese, "una cacería larvada" por no compartir una "visión íntegra de la ley trans"
Isabel García ha denunciado, tras su cese como directora del Instituto de las Mujeres, una "cacería larvada" desde su nombramiento por "no compartir "una visión íntegra de la ley trans". Así lo ha expresado en un comunicado difundido en X, en el que ha defendido la legalidad de los contratos por la empresa que comparte con su mujer para la instalación de puntos violeta en municipios socialistas.
En su comunicado, ha lamentado que su cese "venga provocado por pseudoinformaciones periodísticas que presentan torticeramente hechos ilícitos y hacen pasar el estricto cumplimiento de la ley por utilización tramposa para encubir un lucro ilícito que, por supuesto, no es tal".
Por ello, ha anunciado que "hará valer" todos sus derechos y acciones "para dejar claro" que su conducta y la de su esposa "se ha ajustado siempre a derecho". "Por eso no he dimitido, porque tengo la conciencia muy tranquila de no haber utilizado nunca mi cargo para enriquecerme, ni poco ni mucho", ni para favorecer a su pareja por "sus actividades que venía desarrollando con anterioridad" a que García asumiera el cargo y que "no dependen por mí o por personas de mi entorno".




