Detrás de las cámaras II: Dentro de un departamento de producción

Antes de que suene el famoso '¡Acción!' en un set de rodaje, suceden muchas cosas gracias al amplísimo equipo de trabajo que hay detrás de los focos, desde alguien que se dedica a llenar las neveras con botellas de agua, a recoger a los actores y actrices o a cortar calles y carreteras.

Según nos han contado Álex, Miriam y Ángel la labor del ayudante de producción en España es multitarea, sirve para todo, desde estar dentro del set, trasladar a los actores, llevar a cabo labores logísticas, estar en contacto con los productores o realizar trabajo en oficina. Sin embargo, en las producciones internacionales no es así, cada uno tiene una función mucho más delimitada.

En un departamento de producción al uso en España hay diferentes 'actores', están los directores y jefes de producción, ayudantes de producción, auxiliares, meritorios y becarios. En el rodaje de una película se suele desvalorizar la labor del auxiliar de producción, porque estos realizan tareas que nadie quiere hacer pero, "cuando algo falla, 'se lía la de Dios", dice textualmente Miriam.

La organización es como en cualquier otra empresa pero con la diferencia de la presión de que tiene que salir algo bien en ese día que es único y exclusivo, lo que hagas ese día se hace ese día y no vuelve a suceder más. Por eso es tan importante la jerarquía en un set de rodaje, se necesita organización ya que trabaja mucha gente y si no hubiera personas dirigiendo a otras se generaría un ambiente caótico. El problema es cuando la jerarquía se vuelve tiránica a lo que nuestros protagonistas llaman 'la vieja escuela'.

Lo más importante para que la labor de producción funcione es no escatimar en gastos, cuando la cosa no va bien económicamente lo primero que se recorta es en el equipo de producción, se suele tener la sensación de que son prescindibles. Esto genera que las condiciones laborales no sean muy favorables con jornadas de hasta 14 horas diarias, fines de semana y sueldos que no están a la altura del trabajo que se realiza, por lo que la conciliación, entre otras cosas, se hace muy difícil.

En ocasiones, nuestros protagonistas tienen la sensación de trabajar "por amor al arte" e incluso ver sus condiciones laborales de forma positiva al compararlas con otros sectores como la hostelería. Aunque siempre hay que destacar, que los beneficios de una película son mucho mayores que los de cualquier bar o restaurante. Esta situación mejorará cuando se valore y se invierta en cultura, se ofrezcan ayudas y se termine con la monopolización del sector.