Política

ERC y PSC encaran la recta final de la negociación tras cerrar Sánchez y Aragonés los compromisos pendientes

Ambas partes confían en poder alcanzar un preacuerdo para la investidura de Illa en los próximos días. Desde La Moncloa se muestran prudentes pero razonablemente optimistas sobre el diálogo que mantienen a varias bandas con los republicanos, que tendrán que someter un hipotético pacto a la aprobación de las bases del partido

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una reunión el pasado diciembre. Archivo. / Quique García (EFE)

Madrid / Barcelona

Razonablemente optimistas y con la sensación de entrar en la recta final de la negociación. Así salen Gobierno y ERG de la ronda de reuniones a varias bandas que han mantenido a lo largo de este miércoles en Barcelona. Las citas entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, además de las de los ministros Bolaños y Elma Saiz con sus homólogos en Cataluña han servido, sobre todo, para hacer balance de los compromisos que ambos equipos tenían pendientes desde el pacto de investidura de Sánchez y en los que se ha ido avanzando en los últimos días: la transferencia del servicio de Rodalies, las becas y ayudas al estudio o las iniciativas de investigación y desarrollo. Pendiente queda la condonación de la deuda de Cataluña con el FLA, un punto en el que fuentes del Ministerio de Hacienda esperan que haya progresos próximamente. En cualquier caso, el Ejecutivo ha trasladado este miércoles a la Generalitat que el compromiso de cumplir con esta última carpeta es firme, pero aseguran que hay detalles técnicos por cerrar. Se quiere trabajar este asunto además con otras comunidades autónomas.

La Moncloa espera que los avances en los asuntos que estaban pendientes sirvan para desbrozar el camino de Salvador Illa a la Generalitat y facilitar un acuerdo con los republicanos. Nada está cerrado, en eso insisten ambas partes, pero todas las señales que se emiten desde el interior de la negociación apuntan hacia un posible pacto.

El asunto sobre el que sigue pivotando el diálogo es la financiación singular para Cataluña. Ambas partes buscan la "fórmula imaginativa" a medio camino entre el sistema actual y la soberanía fiscal que demanda ERC. El PSC defiende desde hace semanas que esa herramienta es el consorcio tributario que ya viene recogido en el Estatut. pero para los de Marta Rovira esto no es suficiente y nadie revela cómo puede desencallarse este punto de fricción. Los negociadores mantienen en absoluto secretismo el detalle de las negociaciones en esta materia. Las fuentes del Ejecutivo consultadas por la SER tras la reunión de hoy trasladan la idea de que las conversaciones entran en la recta final pero que el desenlace no será inminente. Y es que una vez alcanzado el acuerdo político, todo tendrá que ser sometido a la aprobación de las bases del partido republicano.

Para Sánchez, lograr la investidura de Illa como president de la Generalitat es una prioridad. Aunque el grueso de las negociaciones las está dirigiendo desde Cataluña el PSC, el jefe del Ejecutivo ha puesto a disposición de su candidato a sus dos negociadores más destacados, Bolaños y María Jesús Montero, para demostrar la voluntad de diálogo y el compromiso, no solo del partido en Cataluña, sino del Gobierno de España. Alcanzar el pacto para la investidura de Illa supondría, a ojos de La Moncloa, un espaldarazo a la política desplegada por el presidente en esa comunidad y el cierre del ciclo de confrontación que se abrió con la puesta en marcha del procés. El PSOE sitúa la firma de ese acuerdo como el primer objetivo para las próximas semanas. Después, dicen las fuentes socialistas consultadas, se abordará la gestión de ese pacto con Junts, que ante el acercamiento a los republicanos, está jugando a desestabilizar a la coalición. El martes decidieron tumbar la aprobación de la senda de déficit, primer paso para elaborar los Presupuestos Generales del Estado, pero Ferraz confía en reconducir la situación con los de Puigdemont cuando se despeje el escenario político catalán.

La consulta a las bases de ERC

La cúpula de ERC que está por el pacto intentará convencer las bases de cara a la primera semana de agosto, cuando la dirección tiene previsto convocar la consulta a las bases. Una pregunta que será telemática y que cuenta con un censo de 8.700 personas. La dirección republicana dejará en manos de la militancia una decisión importante, a pesar de que el partido no se encuentra en su mejor momento para resolver una cuestión como esta, después de cuatro malos resultados electorales seguidos, la pugna entre Marta Rovira y Oriol Junqueras, el pacto en Barcelona y la polémica por los carteles de los hermanos Maragall.

Internamente todo son incógnitas. El actual president en funciones, Pere Aragonès, renunció a la reelección la mañana siguiente de las elecciones del 12 de mayo. Marta Rovira, quien ahora preside el partido después del adiós temporal de Junqueras, también se irá el 30 de noviembre, cuando el partido ha convocado un congreso extraordinario. Es un escenario que puede influir en el estado de ánimo de la militancia republicana. Ellos valorarán si el pacto con los socialistas es suficiente. De lo contrario, Cataluña se abocaría a la repetición electoral.

 
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