José María del Castillo: "Victoria Abril tiene mucho de serpiente. Inteligente e intuitiva, no es una actriz fácil"
El director nos presenta 'Medusa', próximo estreno en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Protagonizada por Victoria Abril, es una reformulación del mito desde un acercamiento contemporáneo
José María del Castillo: "Victoria Abril tiene mucho de serpiente. Inteligente e intuitiva, no es una actriz fácil"
José María del Castillo (Sevilla, 41 años) es director, dramaturgo, actor y productor. Interesado desde hace años en su carrera en las historias de mujeres, este próximo 31 de julio estrena Medusa en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Protagonizada por Victoria Abril, es la obra que más días va a estar en la 70ª edición del festival. Del Castillo dirige este texto, que escribió hace más de un año, en el que reformula el clásico mito de Medusa para profundizar en el pensamiento social inducido, las apariencias, el miedo a lo diferente y el valor de la integridad en una sociedad que no ha cambiado tanto a pesar del paso de los siglos. "Es una forma de hacerlo atractivo al público de hoy, darle una vuelta con este acercamiento contemporáneo", afirma el dramaturgo en La Hora Extra. La obra es una tragicomedia, mezcla ironía, máscara, improvisación y juego con el público, con Victoria Abril rompiendo la cuarta pared.
Medusa, el temido monstruo de la antigüedad con cabellos de serpiente y mirada petrificadora para todo aquel que osase mirarla, muere decapitada por el héroe Perseo, quien entrega la cabeza de la gorgona a la diosa Atenea como símbolo de Victoria. Así nos han contado siempre la historia, pero… ¿y si los hechos nos los narrase la propia Medusa? Es lo que justo hace un año quiso hacer también Gloria Trevi, que durante años se ha sentido atacada injustamente y quiso contar su verdad a través de un tema inspirado por Medusa.
No es la primera vez que José María del Castillo pasa por Mérida. En 2020 y 2023 estuvo con Clitemnestra, protagonizadas por Natalia Millán y Cristina Castaño respectivamente.
¿Qué tienen en común estas dos mujeres, estos dos personajes?
José María: Pues mucho y me gusta que me lo preguntes, porque es algo que pasa casi siempre con mis obras. Me gusta mucho escribir sobre mujeres. Tengo una obra, Desnudando a Eros, que son todo hombres, pero me interesa mucho todo el universo femenino. Tanto Clitemnestra como Medusa hablan de la injusticia y de la necesidad de ser uno mismo más allá del género de los roles. En este caso son mujeres. En el caso de Medusa es un monstruo, pero bueno, es mujer también. Hay algo de injusticia, esa injusticia social que no cambia con el paso de los siglos y me parece muy interesante rescatarlo. Y encima son mujeres siempre fuertes y esa fortaleza da miedo.
¿Quién es Medusa? ¿Cuál es su verdad, esa historia mal contada que dice Gloria Trevi?
Medusa es una víctima, eso lo primero. Es una víctima de muchas circunstancias que, como bien dice Gloria, rescata y potencia su fortaleza. Ella, por ser una chica guapísima, con un pelo dorado, despertaba muchísima admiración y envidia. Poseidón la viola dentro del templo de Atenea, donde Medusa era sacerdotisa. Y por ser violada dentro del templo, la propia Atenea la castiga, porque es como una humillación que en su templo ella se deje violar. Atenea la transforma, la maldice y Medusa se convierte en el monstruo que petrifica, con esa cabellera de serpientes. Creo que enseña y refleja un poco el tipo de sociedad en la que vivimos y la sensación de culpa, vivir con culpa por provocar deseo, admiración, envidia y recibir un castigo. Medusa quiere dar a conocer su historia y dar a entender que es una víctima, porque a ella van todos los guerreros, a intentar asesinarla en su cueva, donde mueren petrificados, pero no es ella la que va a sus casas. Esto es un poco la historia del mito y lo que yo intento hacer es extrapolarlo a la época actual y hablar de quiénes son verdaderos monstruos. ¿Quién es es un monstruo, el que tiene cabeza con serpientes y que petrifica, o el que va de bueno o buena y de repente destruye a los demás para quedarse por encima? Algo muy importante que tratamos en Medusa es el cortar cabezas. ¿Cuántas cabezas somos capaces de cortar para conseguir nuestro objetivo? No te puedo contar más, pero ese es el tema, el cortar cabezas.
¿Quiénes son las Medusas en la sociedad de hoy? Decía Gloria Trevi que la comunidad LGTBI, por ejemplo, sobre los que caen prejuicios y miedo al diferente. ¿Quiénes son las Medusas en una sociedad de bulos e historias mal contadas?
Estoy totalmente de acuerdo. Medusa dice al final de la obra, hay un epílogo en el que ella habla con el público, y le dice: ¿sabéis cuál es el problema? El miedo a que seamos diferentes. Muchas veces tenemos miedo a lo diferente en la sociedad actual y se crean todo tipo de medusas. Yo reclamo la diferencia, la necesidad de una disparidad de intenciones estéticas, físicos, ideologías, formas de ver la vida. Porque todo eso nos nutre. Es lo que pasa en Medusa, cuando notamos que todo el mundo se comporta de la misma forma, reacciona igual, hace las mismas cosas, se viste igual... mal, mal, mal, porque entonces no hay evolución. Cuántas cabezas habéis cortado, se pregunta Medusa, quién no le ha dicho alguna vez a algún amigo, amiga, familiar o pareja no te vistas así para que no piensen tal. No digas esto para que no tal, no hagas, no pienses, no digas, no seas. Es un cortar cabezas y lo que ponemos de relieve Medusa es sé auténtico, auténtica, vive como tú creas. Cometerás errores, por supuesto, tendrá unas consecuencias, pero que nada ni nadie te limite.
Frente a ese monstruo, el héroe. La obra comienza con Perseo, interpretado por Adrián Lastra, reclamando su lugar en la historia como hombre y como héroe. "En tiempos oscuros como los que vivimos, necesitamos ese haz de luz que nos guíe, que nos recuerde que no estamos solos", dice. ¿Quiénes son esos héroes que hoy necesitamos? ¿Dónde están esos que, como Perseo, prometen cambiar el sistema?
Oh, Dani, va fuerte a esa pregunta, ¡madre mía! Adrián tiene una cosa muy visceral como actor y como persona que me interesa mucho en ese fragmento que rescatas de Medusa, del héroe y de esa búsqueda de ese haz de luz que guíe y la necesidad de no sentirnos solos. Vamos a encontrarnos con un antihéroe realmente, porque él parte de ser el antihéroe. Muchas veces, tener una posición privilegiada genera una presión a la que incluso la propia Victoria Abril, como Victoria Abril, va a tener que enfrentarse con Medusa. Hay unas expectativas con esa figura. Y en el caso de Perseo lo mismo, al final necesita una guía porque la gente espera tanto de él, de un héroe. Todo el mundo. Siempre esperamos a un partido político que nos solucione algo, a una religión que nos solucione, un trabajo que me solucione. No, no, perdóname, es que el cambio parte de ti. Y Perseo lo que dice es que va a intentar ayudar, pero es el primero que necesita ayuda, él como héroe. En una sociedad tan grande y en la que hay de todo, seguimos estando solos y solas. La obra también habla de eso, de esa necesidad de reconocimiento, de guía y de ayuda.
El problema es que muchas veces nos entregamos a determinados Perseos que prometen guiarnos y que al final no dejan de ser ególatras que se creen designados por el mismísimo Zeus, como se advierte en la obra.
Total. A ver, al final todo es política en el arte, como en la vida misma. Si te posicionas con algo y es política. Todos, como Perseo, tenemos que elegir en la vida, son decisiones. Y en esas decisiones tú estás ya posicionándose en un lado o en otro. Y es verdad que nos agarramos a medias verdades, a promesas que creen que van a solucionarnos la vida y no, nada más lejos de la realidad.
¿Tuviste claro desde el principio que Medusa tenía que ser Victoria Abril? ¿Fue difícil convencerla, después de 45 años sin hacer teatro en España?
Lo tenía clarísimo, lo tenía muy claro y no fue difícil convencerla. Ella vive en París y yo no la conocía de nada. Medusa tiene varias características que tiene que cumplir la actriz que la interpretase. Yo quería una mujer con una edad, una madurez, una trayectoria, un peso y una vivencia para que cuando hable con el público, sea como un pozo de vida, de experimentación. Eso una chica de 20 o 30 años, por muy buena actriz que fuera, no lo tiene. Y después necesitaba dos cosas que Victoria tiene. Uno, la inteligencia. Victoria es muy inteligente y muy intuitiva. Y eso me interesa. No es una actriz, ni actriz ni persona fácil, en el sentido de que le dices y ella lo hace. No, ella te pregunta por qué esto es así, te plantea encontrar el porqué de todo. Y después tiene que tener mucho sentido del humor y Victoria tiene muchísimo. Porque dentro de la dureza de la historia, hacia falta esa ironía. Y después yo quería un cuarto elemento, que era la sensualidad como serpiente. Yo quería una cosa muy sensual y Victoria es impresionante, sensual, tiene esa cosa muy de serpiente, cómo se mueve, cómo toca, cómo mira, cómo seduce con la palabra. Si me pongo a pensar en actrices que tengan todo esto, madre mía, ¿pero quién? Victoria.
Hay temas musicales de Alejandro Cruz Benavides interpretados en directo por Ruth Lorenzo, que debuta también en el Festival de Mérida, es el Oráculo. Contáis además con el Coro de Extremadura. ¿Qué aporta la música a la obra y cómo es la puesta en escena multidisciplinar?
Me gustan mucho los espectáculos multidisciplinares, intento huir de actor, cantante o bailarín. Somos artistas que fusionamos y que intentamos, a partir del lenguaje escénico, sacar el mayor rendimiento. Ruth es otro monstruo escénico que también interpreta, va a hacer el Oráculo, pero también hace una de las Gorgonas, de una de las hermanas de Medusa. Ruth me decía pero cómo voy a hacer yo esto. Ruth es un bicharraco escénico y con su voz van a temblar las piedras del Teatro Romano de Mérida. Pero como actriz, creo que tiene muchas cosas que contar, no solo con la voz cantada. Va a ser una locura, está impresionante y es barro, se deja moldear, se deja guiar, se entrega. El público se va a sorprender. Alejandro Cruz Benavides hace la música original, preciosísima, y el Coro de Cámara de Extremadura está dirigido por Amaia Noia, que también va a vibrar el teatro con todos esos 15 cantantes en vivo, aparte de Ruth. La coreografía es de Aleix Mañé y se van a mezclar todas las disciplinas. Vamos a jugar con un tipo de lenguaje que no es realista, que es muy plástico. Hay como una doble lectura, está la Medusa Victoria y después está la Medusa obra. Todos van a ser serpientes, hay fuego, hay metal, hay sangre, muy sensorial todo, muy plástico, no es solo palabra, hay danza, cuerpo que atraviesa la esencia del espectador.