Los Juegos de París ya tienen nuevo rey mundial: el planeta alucina con este oro y la forma de reventar el récord del mejor de la historia
Leon Marchand enloquece a la afición francesa con su primer oro y revienta el récord olímpico de Michael Phelps. El nadador francés ha marcado un tiempo de 04:02.95 en el 400 estilos para desatar la locura en el La Defense Arena de París.
Ha nacido una estrella en la natación mundial y francesa. Apunten su nombre, Leon Marchand, porque todo apunta a que este joven de 22 años va a dar mucha guerra en las piscinas de mundiales, europeos y Juegos Olímpicos durante los próximos años. El que está llamado a ser sucesor de Michael Phelps, cómo si eso fuera algo sencillo, ha conseguido hoy su primer oro olímpico ante su público, ganando con una ventaja abrumadora la final del 400 estilos. Un tiempo de 04:02.95 que no le sirve para batir el récord mundial, conseguido precisamente por él, pero que si supera al olímpico, establecido por Phelps en Beijing 2008.
Más información
Carrera espectacular la que firmó el francés desde los primeros compases, ganando muchos metros a sus rivales ya para la segunda llegada al muro. Con el pabellón encendido, el tercer largo de Marchand dejó varios metros por detrás al japonés Matsushita, que terminó por ser segundo en la prueba con un lejano 04:08.62. El estadounidense Carson Foster fue el tercer clasificado y completó el podio. En los dos últimos largos, nadó contra sí mismo sin ninguna referencia por delante y ningún nadador al que perseguir, mientras la realización señalaba la línea dorada (su propio récord mundial) que se le escapada por centésimas.
17.000 personas inundaron La Defense cantando la Marsellesa a pleno pulmón. Francia ya tiene su elegido en la natación, el primero en conseguir una medalla desde hace doce años, y vaya manera de hacerlo. No llegó el récord mundial que él mismo ostenta desde que se lo arrebatara también a Michael Phelps en Fukuoka. Los entendidos comentan que la profundidad de esta piscina tiene que ver en los tiempos, porque a menos profundidad, mayor turbulencia en el agua que dificulta el avance de los nadadores. De esta misma circunstancia se quejó también el nadador español Hugo González.
Los miles de aficionados franceses se agolparon durante horas bajo el sol para tener la oportunidad de presenciar en directo la proeza de Marchand. Caras pintadas, banderas e incluso bustos de cartón con la cara del nadador tiñeron las gradas mientras Leon volaba sobre el agua hacia el récord olímpico. Fue el más hábil en todos los estilos y, como tal, mereció este primer oro olímpico. Veremos cuántos más puede atesorar esta promesa de sólo 22 años.