El reformista Masoud Pezeshkian es investido presidente de Irán
Tiene cuatro años por delante para afrontar duros retos, entre ellos el levantamiento de las sanciones económicas internacionales
El presidente electo de Irán, Masoud Pezeshkian. Archivo. / ABEDIN TAHERKENAREH (EFE)
Madrid
Masoud Pezeshkian ha sido investido como nuevo presidente de Irán en el parlamento, después de ganar las elecciones anticipadas por la repentina muerte de Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero.
Pezeshkian se pone cuatro años frente a un país, golpeado por la mala gestión económica y una sociedad que ha mostrado su descontento por la falta de libertades básicas. La ceremonia de investidura ha llegado este martes, dos días después de que el líder supremo, Ali Jamenei, respaldara al ganador de las elecciones y le recordara que debe cultivar las relaciones con los países vecinos de Irán, describiéndole como un hombre "sabio, honesto, popular y erudito".
El reformista moderado Pezeshkian es un ex cirujano cardíaco de 69 años, que derrotó al candidato ultraconservador en la segunda vuelta con casi el 54% de los votos, en unas elecciones que muchos tacharon de amañadas, como contó a la SER Fariba Ehsan, presidenta de la Asociación Iraní pro derechos humanos. "El presidente que Jamenei quiere ya está elegido", afirmaba Fariba.
En su campaña electoral prometió un acercamiento con Occidente y la relajación de la imposición del velo, una cuestión por la que cientos de mujeres se han manifestado dentro y fuera de Irán.
También tratará de revivir el acuerdo nuclear de 2015, en el que el país se comprometía a reducir su programa nuclear, a cambio de que la comunidad internacional levantara las sanciones económicas. Estados Unidos abandonó este acuerdo en 2018 con Trump, restableciendo al máximo las sanciones. Este martes Pezeshkian aseguraba que su gobierno luchará por acabar con esas sanciones que hundieron la economía del país, pero que no cederá ante la intimidación extranjera.
Aunque hay que tener en cuenta que el presidente en Irán tiene una capacidad de decisión limitada, incluidas en cuestiones de política exterior y de seguridad; es el líder supremo quien asume la mayoría de las decisiones.
