Laredo es el nuevo Cádiz: la subida de las temperaturas en el sur de España está haciendo que el turismo desborde el norte

El turismo se está desplazando poco a poco de lugares excesivamente cálidos a sitios donde no hace tanto calor. De hecho, el gasto turístico ha subido en cuatro años un 45% en lugares donde no se superan los 21 grados en verano, mientras que donde se superan los 25 grados, solo ha crecido un 30%. Son 15 puntos de diferencia. Así, lugares del norte de España como Galicia, Navarra o Asturias están viendo cómo su sector turístico se dispara en verano, una época en la que antes la gente quizá prefería viajar a Málaga o Alicante.

Galicia es un claro ejemplo: solo en un año, el precio de los alquileres vacacionales ha subido un 12%. Alquilar un piso una quincena en la mayor partes de puntos costeros gallegos cuesta casi 2.000 euros. Y, pese a ello, las previsiones no pueden ser mejores. Dulcinea Aguín, presidenta de la patronal de los pisos turísticos, explica que "el norte, Galicia, está de moda. Independientemente de que pasemos temperaturas elevadas, no son las temperaturas de otros destinos y eso hace que la gente nos visite, porque tiene una temperatura agradable durante el día para ir a la playa y luego por la noche lo pueden combinar con un descanso tranquilo, sin estar sometidos a ese calor de otras zonas".

Los datos son también muy buenos en Navarra. "No solamente que hemos notado un aumento significativo, que los alojamientos van mucho mejor ahora, sino que también vemos que el origen de los visitantes también está cambiando. Ahora viene mucha gente de Valencia, del sur de Andalucía que no registrábamos antes. También de Castilla, muchísimo de La Rioja... el cambio se ve también en el origen del visitante", explica Charo Apesteguia, gerente de Tierras de Iranzu. En Asturias esperan mejorar las cifras del año anterior, que fue de récord, con casi tres millones de turistas en una comunidad donde vive un millón de personas.

La cara y la cruz

El desembarco masivo de millones de personas en solo unos meses provoca desajustes en localidades no acostumbradas a un turismo intensivo, como pueden estarlo en otros puntos del país. Desajustes que afectan incluso a la salud. En Laredo, en Cantabria, ya pasa como en Ibiza: no hay médicos en verano porque no tienen donde vivir. Allí, sale más rentable para los propietarios alquilar un piso dos meses en verano que un año entero a un médico.

La sanidad también sufre (y mucho) en los veranos de Ezcaray, en La Rioja. Ana Isabel Bas, médica de Antención Primaria en Ezcaray, cuenta que "los medios son los que hay, no hay más porque sea verano: somos tres médicos en enero y tres médicos -o a veces, dos- en agosto". Y eso en una localidad en la que la población se multiplica por 10 en verano, ya que es la cuarta localidad de toda España con más segundas residencias. Ana Isabel añade que "a la población de todo el año no la podemos dejar desatendida".

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Y esta sobreexplotación turística del norte está haciendo que, en muchos puntos de España, se tengan que buscar soluciones imaginativas. En Santiago de Compostela, por ejemplo, este verano el Ayuntamiento va a contratar a personal cuyo trabajo va a consistir en intentar que los turistas vayan a otros sitios y no se queden solo en la capital gallega.