Economía y negocios

El Ibex sufre su mayor caída en más de un año ante el temor a que Estados Unidos entre en recesión

El índice de la bolsa española cae un 2,3% en un lunes negro para las bolsas de todo el mundo

MADRID, 05/08/2024.- La Bolsa española cayó el 2,87 % en la apertura de este lunes y se situó por debajo de los 10.400 puntos, en una nueva sesión negativa para los mercados, que se ven afectados por el miedo a que EE. UU. entre en recesión. EFE/ Ana Bornay (EFE)

Madrid

El miedo se ha apoderado de las bolsas este primer lunes de agosto. Los principales mercados de todo el mundo experimentan abultadas caídas que afectan a todos los activos: bolsas, criptomonedas, petróleo y deuda soberana. En España, el Ibex35 registra su peor sesión en dieciseis meses y pierde más de un 3% con todos sus valores en rojo, mientras el resto de bolsas europeas y americanas también caen entre un 2 y un 4%. Peor le ha ido el lunes a las bolsas asiáticas, especialmente al Nikkei de Japón que recordará este día como el segundo con mayores pérdidas de su historia tras desplomarse un 12,4%. Desde el lunes negro de 1987 no había caído tanto.

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El Ibex35 ha llegado a caer más de un 3% durante parte de la mañana y aunque ha reducido ligeramente las pérdidas, no ha podido evitar anotarse pérdidas generalizadas. De las 35 empresas que cotizan en el Ibex35, 29 han sufrido caídas superiores al 2%. Y esta situación es idéntica a la que se ha vivido en el resto de bolsas europeas: el DAX alemán ha perdido un 1,9%, el CAC francés un 1,6% y el principal índice de la bolsa de Londres ha caído un 2,1%.

Las bolsas de Estados Unidos siguen cayendo algo más que las europeas, pero sin llegar a los niveles de Asia. El Nasdaq es el más castigado, con descensos que rozan el 3%, mientras que el Dow Jones también retrocede un 2,7%.

¿Qué está pasando?

La explicación de estas caídas está en el dato de empleo en Estados Unidos del pasado viernes y en los resultados de las compañías tecnológicas que han sido peores de lo se esperaba. El viernes se publicó que en julio se habían creado muchos menos empleos de lo esperado en EE UU y que el paro había subido por cuarto mes consecutivo hasta el 4,3%. Unos datos que dan la razón a los que defienden que la economía estadounidense se está frenando y que alimentan los temores de recesión en el país.

Los inversores ya recibieron el viernes el dato de empleo con pesimismo llevando al índice tecnológico Nasdaq a caer un 2,43% y a acumular un desplome de más del 10% en el último mes, penalizado también por los resultados de las grandes empresas tecnológicas que han sido peores de lo esperado por los mercados. A esto hay que sumar también que el SP500 registró el viernes su mayor caída en año y medio.

Con este contexto, el lunes ha empezado con un desplome de las bolsas asiáticas. La subida de tipos de interés decretada la semana pasada por el Banco de Japón y la revalorización del yen han provocado que el Nikkei, su principal índice, haya caído un 12,4%. Caída a la que hay que sumar el retroceso de casi el 6% del pasado viernes. "Los inversores que habían tomado prestado en yenes para comprar acciones tecnológicas, ahora lo que hacen es vender esas acciones y devolver sus yenes porque ahora están más caros", explica Javier Molina, analista senior de e-Toro.

A todo esto hay que sumar que el volumen de dinero que se mueve en bolsa durante el mes de agosto es menor que el resto del año, de manera que cualquier movimiento tiene más impacto.

Más presión para la Reserva Federal

El desplome de las bolsas y los malos datos de empleo están llevando a los inversores a preguntarse si la Reserva Federal de Estados Unidos ha pecado de prudencia al no haber bajado aún los tipos de interés. Su presidente, Jerome Powell, ha apuntado que será en la reunión del 18 de septiembre cuando el precio del dinero en Estados Unidos baje por primera vez desde la pandemia. Pero varios analistas creen que llegará demasiado tarde y que los recortes de tipos tendrán que ser más agresivos de lo esperado.

De hecho este mismo lunes, el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, ha reconocido en una entrevista en la CNBC que el banco central actuará cuando la economía muestre señales de debilidad: "No nos ataremos las manos sobre lo que sucederá en el futuro porque necesitamos tener más información. Pero si no nos estamos sobrecalentando, no deberíamos endurecer ni restringir" nuestra política de tipos, ha dicho. Algunos analistas han reclamado en las últimas horas que la Reserva Federal adopte de urgencia un recorte de tipos para calmar a los mercados.