Qué fue del nadador español más conocido (que nunca compitió en los Juegos Olímpicos)
"A veces pienso que podría ponerme a entrenar, ir a los Juegos Olímpicos y hacer un buen papel pero 'pa qué'"
David Meca y Brendan Capell compiten en el XI FINA World Championships celebrado en 2005 en Montreal (Canadá) / Alexander Hassenstein
Una buena parte del total de medallas de unos Juegos Olímpicos se reparten en las piscinas. Las disciplinas de natación reparten más de un centenar de preseas y dejan siempre imágenes para la Historia: saltos de trampolín espectaculares, remontadas épicas y récords asombrosos, como los que acumula la estadounidense Katie Ledecky, la nadadora más laureada de todos los tiempos o como los que logró Mireia Belmonte, la última gran figura de la natación española.
Antes de que el nombre de la catalana ocupase la mente de todos al pensar en "natación española", ese espacio lo ocupaba otro catalán: David Meca. El deportista de Sabadell, que ha cumplido 50 años en 2024, ha contado en una entrevista en El Español qué ha sido de su vida tras abandonar la competición con un enorme palmarés pero ninguna participación en los Juegos Olímpicos.
"Ahora me dedico a dar conferencias y, como estudié en Estados Unidos, puedo incluso darlas en inglés", ha contado. "Antes viajaba para competir y ahora lo hago para trabajar y disfrutar. Antes estaba una noche y me volvía y ahora si me tengo que quedar dos noches me quedo", explica Meca, que reconoce que siempre será un "obseso del trabajo": "No quisiera vivir con ser la agonía de ser campeón del mundo de todo lo que hago, porque no lo voy a ser, pero sí me encanta trabajar y me quedo hasta las tantas de la madrugada y a veces me pregunto por qué sigo".
Meca cuenta que en sus conferencias narra "la historia de un niño con hierros en las piernas, al que obligan a nadar, y cómo se convierte en 28 veces campeón del mundo de natación. Una historia de esfuerzo, superación, de resiliencia… Pero sobre todo unido a los valores de la empresa: objetivos, éxito, beneficios… Hago ver que una persona de éxito en la vida no nace, sino que se hace. Con constancia, con esfuerzo, con sacrificios, pero sobre todo con pasión e ilusión, que son las dos palabras que intento repetir en mi conferencia. Eso es lo que nos hace levantarnos cada día con ganas de luchar".
Los retos y la popularidad
El ex deportista cuenta que durante su etapa en activo "era tan obsesivo que no tuve pareja hasta que me retiré del deporte". "Supe que sí tenía pareja tendría otra prioridad en la vida. Es así. Tienes que compaginar otra prioridad: el deporte de alto nivel y tu pareja. Yo me frotaba las manos cuando mis rivales se echaban pareja, veía que mis rivales bajaban en picado. Yo era así de recto. Ahora ya salgo de fiesta, tengo pareja y disfruto", ha revelado.
En su conversación con El Español, David Meca también ha reflexionado sobre el apartado de su carrera deportiva que le dio mucha notoriedad en la sociedad española: sus retos mediáticos. Cruzó el Estrecho a nado tres veces, remontó a contracorriente el Guadalquivir con motivo del centenario del Real Betis, fue el primero peregrino en realizar el Camino de Santiago a nado...
"La natación me daba prestigio, pero los retos me dan popularidad, me daban dinero, me daban patrocinadores. Entonces, era una mezcla de los dos. Lo que yo tenía claro es que no podía convertirme en un personaje mediático solo. Tenía que ir al campeonato de Europa o del mundo y hacerlo bien", ha señalado, antes de confesar que su única exigencia cuando tenía algún compromiso televisivo era la de que lo alojasen en un hotel con piscina: "Antes del programa, entrenaba y a la mañana siguiente también. Mi exigencia era tener hotel con piscina para poder entrenar. Nunca dejaba ningún entrenamiento atrás".
Los Juegos Olímpicos y la vuelta a la competición
Meca fue varias veces campeón del mundo y de Europa, pero nunca compitió en los Juegos Olímpicos. Su disciplina, aguas abiertas, no fue olímpica hasta los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, cuando ya hacía tres años que se había retirado de la competición, por lo que no pudo participar. ¿Tiene esa espina clavada? "A veces digo que podría ponerme a entrenar otra vez, ir a los Juegos Olímpicos y hacer un buen papel porque estoy en forma. Pero digo: ¿para qué David? ¿Pa’ qué? (risas) ¿Qué necesidad tienes de levantarte a las 5 de la mañana otra vez?", bromea.
