Detrás de las cámaras se despide del verano desde los Cines Embajadores, en el distrito madrileño de Arganzuela

Cuando hablamos de cine solemos pensar en estrenos importantes, alfombras rojas, directores y las grandes estrellas de nuestras series y películas favoritas. Sin embargo, a menudo nos olvidamos y obviamos labores tan importantes como la de los taquilleros.

Este cine de barrio que ofrece además películas no comerciales y en versión original, nació en 2020, durante la pandemia. Fue una apuesta valiente, que la gente valoró y agradeció, aseguran sus taquilleros. Los Cines Embajadores han tenido una gran acogida entre los vecinos, tanto es así, que han ampliado otra sala dos calles más abajo e incluso en ciudades como Oviedo.

Celia, taquillera del cine, considera que los cines de barrio de toda la vida se están perdiendo en muchas ciudades de España. Por eso, triunfa un proyecto como este con un trato cercano, donde se conoce a la gente que entra en la sala. La mayoría de espectadores repiten, ya que se valora mucho el trato personal y familiar que encuentra en este establecimiento.

Hay muy pocos sitios en Madrid con la cartelera de los Cines Embajadores, con películas independientes, en versión original o incluso cortos y con el folleto de la programación semanal en papel, que a mucha gente le encanta llevarse.

Sobre la venta física de entradas Michel apunta: "No podemos dejar de ofrecer un servicio digital, pero comprar la entrada en la taquilla tampoco puede perderse. La gente que viene a comprar en taquilla suele ser gente más mayor, los jóvenes llevan la entrada en el móvil", asegura. Aún así, "hay personas que se llevan la entrada en papel a modo de recuerdo", cuenta Celia.

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