Ucrania cortará el tránsito de gas y petróleo procedente de Rusia a principios de 2025
Países con gobiernos menos críticos con Moscú como los de Hungría y Eslovaquia dependen en gran parte del paso de estos suministros por un oleducto que atraviesa Ucrania
Desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia se libra una guerra más allá de las armas y que afecta a todo el continente europeo: la de la energía. La Unión Europea ha reducido en ese tiempo drásticamente sus importaciones de petróleo y gas procedente de Rusia en un proceso en el que todavía están inmersos buena parte de los países del este. Y ahora algunos se van a ver forzados a acelerar el trámite porque Ucrania va a cerrar el grifo al suministro ruso coincidiendo con el final del acuerdo entre la rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz para permitir esa distribución, que llega el 31 de diciembre.
Uno de los principales asesores del gobierno ucraniano, Mijailo Podoliak, ha confirmado hoy en declaraciones a Novyny Live que Ucrania plantea detener el tránsito de petróleo y gas procedente de Rusia a través del oleducto Druzhba ("amistad" en ruso) desde el 1 de enero de 2025. Podoliak ha aclarado que Kiev sí permitirá el paso de esos suministros si su origen es Azerbaiyán o Kazajistán, dos de los principales suministradores del este de Europa.
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La rama sur de este enorme oleducto lleva petróleo y gas desde Rusia central sobre todo a Hungría, Eslovaquia y la República Checa. Y aquí surge un conflicto que además de energético es político. Mientras que la República Checa, de corte europeísta, ha anunciado que a mediados del año próximo será independiente totalmente de la energía rusa y podrá abastecerse mediante otro oleducto que procede del Adriático, Hungría y Eslovaquia, con gobiernos prorrusos, han puesto en el grito en el cielo por este cierre y han pedido ya este verano a la Comisión Europea que plantee soluciones.
La mayor parte del gas que consume Hungría procede de Rusia, y de hecho tiene firmado un acuerdo con Gazprom por una duración de 15 años que empezaron a contar en 2021. Budapest ha empezado a diversificar su importación para recibir gas vía Turquía, mientras que en el caso de Eslovaquia, dependiente también del suministro ruso, ha empezado a estudiar la posibilidad de traer estos suministros desde Azerbaiyán.
Ucrania argumenta que ambos países han tenido tiempo suficiente para adaptarse al cambio, ya que desde la invasión de Rusia ha venido avisando de que no renovaría el contrato con Moscú. En el conjunto de la Unión Europea, la dependencia de estas importaciones de Rusia ha caído desde un 40% poco después de la pandemia a menos del 8% en el momento actual.
Estados Unidos, Noruega y Argelia se han convertido en las principales fuentes de suministro para los 27. Este mismo mes de agosto, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunció que los depósitos de almacenamiento de gas de la UE habían alcanzado ya el 90% de su capacidad dos meses antes de la fecha prevista.
Ese porcentaje es el establecido por las instituciones comunitarias para hacer frente a los meses de más demanda sin tener que depender del suministro ruso. La Comisión de hecho ha defendido este mismo verano también que el futuro energético de Hungría y Eslovaquia no corre peligro si Ucrania no renueva este contrato con Rusia.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...