Gastro

La OCU advierte de cuáles son las peores patatas fritas de supermercado

Tras analizar 331 productos, ha identificado los menos recomendables

Cuenco de patatas fritas. Recurso.

Madrid

Pocos aperitivos en España no incluyen unas patatas fritas de bolsa. Para acompañar una cerveza, como soporte para unos berberechos o unos mejillones en escabeche o para untar un dip, son uno de los picoteos más habituales en 'hora del vermut'. Sin embargo, de sobra es sabido que no son la opción más saludable y que uno de los mayores problemas es que una vez abierta la bolsa, es difícil no acabar con ella. La OCU ha analizado 331 bolsas de patatas fritas, atendiendo a sus ingredientes y sus macronutrientes para recomendar cuáles son las más sanas.

Nutricionalmente, advierte la OCU, no se trata del picoteo más recomendado. La tónica general de estos productos es que se trata de bombas de calorías, de grasas saturadas, de sal añadida e, incluso en algunos casos, de conservantes, colorantes y aromas de humo. De hecho, hace poco ha surgido un debate sobre la composición de las patatas fritas de sabor jamón por su posible vinculación con el desarrollo de enfermedades como el cáncer.

Un simple cuenco de patatas fritas contiene aproximadamente 40 gramos, lo que se corresponde, de media, a aproximadamente 214 kcal, más de 10% de las calorías diarias recomendadas para un adulto. Lo alarmante es que el 52% de estas calorías provienen de las grasas. Además, advierten desde la Organización de Consumidores, estas grasas suelen representar más de cuatro partes de su peso.

También es alarmante la cantidad de sal de las bolsas de patatas fritas. Se considera aceptable una cantidad no superior a 1g de sal/100 g de producto. Pero, en el análisis de la OCU, la mayoría de estos aperitivos fritos es de 1,2% o incluso superior, llegando a alcanzar el 4% en algunas patatas fritas y onduladas.

Snacks llenos de aditivos y aromas

Casi la mitad de los aperitivos incluyen entre sus ingredientes aditivos y aromas. Aunque no todos estos ingredientes artificiales son iguales, la OCU asegura que cuanto menor sea la cantidad mejor. En su análisis, ha detectado productos con hasta 11 aditivos.

Entre los aperitivos menos recomendados por la OCU, se encuentran dos bolsas de patatas fritas que contienen un aditivo que puede ser perjudicial para la salud. Se trata, en concreto, del colorante E150d (caramelo de sulfito amónico), el cual conviene evitar porque se cree que puede ser una sustancia cancerígena.

Cada vez son más populares las patatas fritas sabor foie gras, sabor trufa o sabor chorizo entre otros. La OCU asegura que, para lograr estos sabores la industria hace uso de aromas añadidos. Recientemente, la Comisión Europea ha tomado la decisión de no renovar la autorización para el uso de varios aromas de humo, muchos de los cuales están presentes en estas patatas fritas con sabores exóticos.

Otras de las sustancias no naturales que están presentes en estos aperitivos son algunos como maltodextrinas, proteínas lácteas, extractos de levadura (que sustituyen al aditivo E621 o glutamato) o jarabes.

Estas son las peores patatas fritas de bolsa

Después de analizar los productos más populares, la OCU ha llegado a una conclusión de que las peores patatas fritas de bolsa son las Ruffles sabor jamón y Patatas fritas onduladas sabor jamón de la marca Consum. Estos snacks contienen el colorante E150d y una lista de ingredientes poco recomendables.

Desde la Organización de Consumidores recomiendan evitar estos aperitivos en la medida de lo posible y tratar de buscar otras opciones mejores. Destacan las alternativas más saludables en las que la lista de ingredientes sea corta, preferiblemente que incluya únicamente la materia prima, algún aceite (de oliva mejor) y sal. También sugieren buscar snacks elaborados con poca cantidad de aceite, por ejemplo aquellos que están horneados y los que no incluyan sal añadida.