Michel Sánchez: "Un jugador no puede ser ajeno a la sociedad en la que vivimos"

Madrid

Michel Sánchez y 'su' Girona fueron la revelación de la pasada Liga. El equipo catalán lideró la clasificación durante gran parte de la temporada y finalmente logró una clasificación histórica para la Champions League. Y no solo eso, sino que a los resultados le acompañó un buen juego, con un despliegue ofensivo que le llevó a ser el segundo equipo más goleador del torneo, que fue objeto de halagos de todos los equipos de la categoría.

Ese Miguel Ángel Sánchez que sigue recordando sus orígenes en Vallecas ha pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy en el primer parón liguero, al que su equipo llega tras dos victorias consecutivas que le vuelven a situar en puestos europeos. A pocos días de debutar en la máxima competición continental con el Girona, lo que será un hito histórico para el club y para el entrenador, Michel reconoce que el crecimiento del equipo está siendo "más rápido de lo que todo el mundo pensaba".

Una velocidad de la que él mismo se sorprende, ya que como entrenador venía de hacer "dos malas temporadas en Primera", habiendo sido despedida tanto de Huesca como del Rayo Vallecano -dos equipos a los que, previamente, ascendió de Segunda a Primera-. Ahora reconoce, después de un año fantástico, que incluso los entrenadores lo tratan de manera diferente.

Michel y Girona empiezan a ser una simbiosis, algo posible porque "me siento como en casa", tal y como admite. Además, insiste en que busca transmitir su filosofía a sus jugadores, recordándoles que tienen que sentir en el campo que son felices porque "la gente va al campo a ver emociones". "Claro que quiere ver ganar a su equipo", aclara, "pero si tú le has emocionado, eso engancha muchísimo".

Eso hace que el entrenador vallecano tenga una exigencia para sus jugadores, y es conocimiento de la historia de la ciudad y del club, así como del entorno. "Un jugador no puede ser ajeno a la sociedad en la que vivimos. Yo no quiero un jugador que esté ahí las dos horas del partido y que luego se vaya a casa y no le importe nada el entorno en el que está".

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Vallecas, lugar donde se forjó su carácter

Michel no duda de que el barrio de Vallecas ha sido clave a la hora de su formación como persona. Le ha hecho tener un "sentimiento reivindicativo" porque "es un barrio que siempre ha tenido movilidad por y para sentir cada día que las cosas se van mejorando".

De hecho, recuerda cómo él de pequeño vivía en una de las casas bajas tan típicas del extrarradio de Madrid y cómo gracias a la remodelación del barrio tanto sus padres como sus abuelos y sus tíos pudieron pasar a vivir en un piso con mejores condiciones. Tiene a Vallecas y al Rayo tan adentro que cuando se enfrenta a su exequipo lo pasa fatal. "Es el único partido en el que de verdad no disfruto", afirma.

Allí, como jugador, también aprendió la importancia del "trabajo mental" que ahora aplica con sus jugadores. Unos deportistas con los que tiene una relación "cercana y directa" y de los que no quiere obviar su "parte personal". "Tengo que mirarlo como persona, porque tiene representante que, si no juega, le va a decir que el míster no le quiere; porque tiene familia o es joven y tiene amigos y sale más o sale menos, si tiene un entorno más complicado, sus padres… Todas estas cosas son importantes", asegura.

¿No valer para un grande?

"Siempre me han dicho que no", responde entre risas cuando Àngels Barceló, directora de Hoy por Hoy, le pregunta si cree que su método de gestión valdría para un equipo grande, aunque recalca que seguramente Ancelotti, entrenador del Real Madrid y del que destaca su gestión de grupo, hace algo parecido.

No obstante, él advierte que le gustaría estar muchos años en Girona para seguir potenciando el crecimiento del club, lo que pasa por "estar muchos años seguidos en Primera División". Eso va a hacer que disfrute menos del estreno en Champions, porque "me voy a olvidar de los partidos ese mismo día" para centrarse en Liga.