"Hace a una sociedad y a un país peor": el problema de la vivienda alcanza "cotas máximas"
Nacho Carretero y Aitana Castaño recuerdan en 'Hoy por Hoy' cómo el alto precio de los pisos, tanto en venta como en alquiler, ha sido una de las grandes quejas de varias generaciones de españoles
Si los poderes públicos no resuelven el problema de la vivienda, tendrán que hacerlo los paisanos
Comprar o alquilar una vivienda en España se ha convertido en una pesadilla. En la última década, el coste de alquilar una habitación ha aumentado significativamente: un 70% en Madrid, un 97% en Barcelona, un 104% en Valencia y un 132% en Navarra, según datos de Fotocasa. Esta escalada de precios, junto con la precariedad laboral y los bajos salarios, deja a una generación sin otra opción que depender económicamente de sus padres.
Para hacer frente a esta crisis, en mayo de 2023 el Gobierno aprobó la ley de vivienda. Esta normativa establece un tope en las subidas de alquiler que los propietarios pueden aplicar a sus inquilinos y permite que las comunidades autónomas declaren zonas tensionadas. En ellas se podrán imponer restricciones a los precios del alquiler. Además, la ley protege los parques públicos de vivienda, prohibiendo su venta a fondos de inversión. Sin embargo, no ha sido suficiente para frenar esta crisis y en este último año, el problema se ha agravado.
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Hoy por Hoy, el programa dirigido por Àngels Barceló, ha tratado este problema que más que intergeneracional es transgeneracional, como ha apuntado la directora del espacio, junto a sus colaboradores Aitana Castaño y Nacho Carretero en la sección Comando Norte. Castaño ha señalado que una vivienda digna es algo que se viene reclamando desde el inicio de la crisis económica, en 2007; fue "una de las grandes reivindicaciones" del 15-M; y, en pleno 2024, "da la sensación de que, en vez de arreglarse, todo fue a peor".
La periodista, que continúa viviendo de alquiler -aunque, como ha indicado, en un pequeño pueblo de Asturias, donde el precio es asequible-, ha contado que muchos de sus conocidos, todos ellos con trabajo, están teniendo problemas "para pagar una casa" y algunos de ellos se ven abocados a seguir compartiendo piso "con casi 50 años".
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Algo similar ha relatado Carretero, que ha recordado que desde que tiene intención y capacidad para ser independiente no se acuerda de que la vivienda "no fuera un problema". "Para mi generación siempre lo ha sido, y ahora está alcanzando cotas máximas", ha proseguido, indicando que es necesario hacer algo.
"Generacionalmente afecta a toda la sociedad, a la productividad, a la formación…", ha continuado, afirmando que es más fácil hacer el diagnóstico que encontrar la solución, pero apremiando a encontrarla porque (la vivienda) es un problema que "afecta a toda una generación que hace a una sociedad y a un país peor".
Nuevas alternativas como el cohousing como posibles soluciones
En medio de este panorama, surgen alternativas innovadoras que buscan responder a la especulación inmobiliaria. Una de ellas es el cohousing, un modelo de vivienda colaborativa que combina la vida comunitaria con la propiedad privada. Asunción Rodríguez, integrante del proyecto Axuntase, presentó esta alternativa, pionera en España aunque habitual en otros países europeos, en Hoy por Hoy.
El cohousing se originó en Dinamarca en los años sesenta, y propone que los residentes vivan en comunidad, con pisos privados complementados por zonas compartidas, como jardines, huertos y áreas de ocio. Este formato promueve la colaboración, el apoyo mutuo y, a menudo, reduce los costes de vida. En el caso de Axuntase, en Asturias, el proyecto destaca por ser intergeneracional, ya que incluye tanto a familias con niños como a personas mayores, lo que genera una convivencia más diversa y enriquecedora. "Se trata de crear un espacio donde todas las generaciones coexistan y aprendan unas de otras", asegura Rodríguez.
El objetivo de los cohousings como Axuntase es crear una comunidad solidaria en la que no solo se compartan espacios físicos, sino también decisiones y responsabilidades. Este tipo de iniciativas no solo ofrecen una solución habitacional más asequible, sino que también buscan recuperar el concepto tradicional de vecindario, al ofrecer un respiro frente a la crisis de vivienda que afecta a toda España.