La filosofía de vida de Richard Branson
Francesc Miralles vuelve como cada semana a 'Si amanece nos vamos' para analizar las claves del éxito del empresario británico, muchas de ellas podemos leerlas en su biografía, 'Perdiendo la virginidad'
La filosofía de Richard Branson
Entre los diferentes destinos que frecuenta Francesc Miralles de forma frecuente alrededor del mundo, San Diego en California, ha sido el último. Allí ha coincidido con empresarios que conocen a Richard Branson y que lo han podido visitar en su exclusiva Necker Island.
Branson es el fundador del conglomerado multinacional Virgin Group, formado por más de 360 empresas de diferentes sectores y con un patrimonio de más de 3000 millones de libras.
El éxito del británico en el mundo de los negocios y en la vida en general reside en parte gracias a su filosofía, que se fundamenta en los cinco pilares que nos ha enseñado Francesc Miralles:
- El éxito es para los pesados. El fundador de Virgin decidió desde muy joven que quería ser empresario. Siendo menor de edad, fracasó con sus dos primeros intentos. Plantando y vendiendo abetos y criando periquitos. A los 16 años le funcionaron otros negocios como la revista Student.
- Si no te diviertes no funcionará. Branson ha invertido solo en ideas que le parecían excitantes. De adulto, nunca hizo algo solo para ganar dinero. Hay que pasarlo bien para transmitir esa pasión a otras personas. Como decía Carles Reixach, 'Lo que se hace sufriendo no puede salir bien'.
- Hay que jugar muchas veces a la ruleta para que te toque. Uno de los secretos del éxito de Branson es que ha intentado 300 negocios distintos. La mayoría salieron mal, pero no se paró ahí. Siguió aprendiendo e intentando.
- Su lema para los negocios y la vida: 'A la mierda, ¡hagámoslo!'. Hay momentos en los que uno debe tirarse de la moto. Solo sabrás qué pasa si te atreves a hacerlo.
- Cuida de los tuyos si quieres que las cosas salgan bien. Branson comenta en Perdiendo mi virginidad el secreto de las empresas Virgin:
“La convención dicta que una empresa debería atender en primer lugar los intereses de sus accionistas, en segundo lugar los de sus clientes y sólo en último lugar preocuparse por sus empleados. Virgin hace lo contrario. Para nosotros, nuestros empleados son lo más importante. Me parece de sentido común que, si cuentas con un equipo de personas felices y motivadas, tienes muchas más probabilidades de tener clientes felices. Y, en su debido momento, los beneficios resultantes harán felices a tus accionistas”.