El director de cine, Simón Casal, analiza 'Justicia Artificial' con Félix Martín

La temporada pasada el Juzgado de Guardia de Félix Martín terminó con la inteligencia artificial como protagonista y con la duda generalizada de si estamos ante una cuestión de ciencia ficción o una realidad. El fiscal de 'Si amanece' trae de vuelta este tema con una entrevista a Simón Casal, director de uno de los estrenos del mes de septiembre en cines, 'Justicia Artificial'.

Esta película protagonizada por Verónica Echegui y Tamar Novas es un thriller judicial que combina tecnología, debates éticos y filosóficos con dosis de intriga, en un escenario, supuestamente distópico.

En el año 2028 el Gobierno de España aprueba un sistema de inteligencia artificial que sustituye parcialmente a los jueces. Con los objetivos de reducir el tiempo de resolución y los errores en los juicios, además de conseguir el objetivo de despolitizar la justicia. Todo esto sucede bajo la sombra de una posible conspiración.

En la película de Casal se exponen, además, temas como la saturación del sistema judicial en España, en el que hay 5.400 jueces y más de siete millones de casos judiciales al año, lo que hace que cada magistrado tenga de media 1300 expedientes. Este es uno de los motivos principales por el que en la película el Gobierno introduce un software de inteligencia artificial en la justicia.

Otro de los temas es la cada vez mayor presencia de mujeres en el mundo judicial que ya son, como cuenta Félix Martín, el 70% de las nuevas incorporaciones.

A pesar de ser un tema controvertido, la inteligencia artificial es una realidad que ya está presente y se usa para detectar conductas de financiación de actividades terroristas o personas sospechosas de trata de seres humanos. Nuestro fiscal saca varias conclusiones en cuanto al uso de estas herramientas:

1. No cargar a la inteligencia artificial de prejuicios negativos, ya que puede ser muy útil.

2. La inteligencia artificial debe servir de guía y de ayuda para jueces y fiscales: permitirá analizar, sistematizar y estructurar los casos pero no puede decidir por ellos. En los juicios se estudian conductas humanas que no sólo responden a la lógica. Hay un conjunto casi infinito de factores que se interrelacionan entre sí. El que aplica el derecho no sólo debe tener conocimientos lógicos y jurídicos; sino también intuición, instinto, ética e inteligencia emocional y empatía. Todas estas son emociones esencialmente humanas, por lo que nunca lo podrán hacer las máquinas.