La reconstrucción del faro de Alejandría desde el fondo del mar

Madrid

La torre de Hércules, en A Coruña, es el faro en activo más antiguo del mundo y está catalogado como patrimonio de la humanidad. Al otro extremo de Europa, la isla de Rodas levantó un coloso de unos treinta metros que orientaba a los barcos y que entró en la lista de las siete maravillas del mundo clásico. Dos de ellas eran faros. Ahora un grupo de treinta arqueólogos submarinos rebusca los restos del faro de Alejandría. Una construcción que tuvo la misma altura que la torre Picasso o la pirámide de Guiza, y que dentro de unos años puede que volvamos a ver en una réplica.

Carlos de Juan, uno de los arqueólogos submarinos más prestigiosos de España explica que "para trabajar bajo el mar hay que adaptar las herramientas propias de la arqueología en superficie a su contacto con el agua". De todos lo proyectos en los que ha participado destaca "la extracción del pecio fenicio Mazarrón II", aunque cree que "las mayores emociones las dan los pequeños descubrimientos, por ejemplo, detalles de carpintería que resuelven grandes interrogantes que no tenían respuesta". A pesar del riesgo que implica su profesión, asegura que su familia está tranquila porque saben que es "responsable".

Los faros han sido elegidos por la ficción para simbolizar aspectos diversos. Bill Murray, Frances McDormand, Tilda Swinton, Bruce Willis y Edward Norton se inclinaron por el amor juvenil de Moonrise Kingdom con el Conanicut Island Lighthouse, una casa-faro roja. El terror surge en El faro, una película que comparte nombre con el programa de la Cadena SER que dirige Mara Torres, y narra la historia de dos fareros, aislados, y su descenso precipitado a la locura en la réplica de un faro de Maine aproximadamente de principios del siglo XX. El romanticismo eterno en Mendocino, allí encontraron el faro junto al que Mel Gibson se enamora no una sino dos veces en Eternamente joven; y hasta el amor filial de Maribel Verdú en El faro de las orcas.