"Se comen el mundo": así estudian los niños de familias nómadas que viajan por el mundo en camper

Solo hace falta un vehículo de cuatro ruedas para recorrer el mundo. Al menos es lo que necesitan las familias nómadas que deciden viajar por nuestro planeta con su "casa con ruedas" a cuestas, igual que un caracol. Viajar con niños puede ser un reto para muchos, pero para algunos padres atrevidos con ganas de salir de la zona de confort y mostrar a sus hijos otras maneras de conocer el mundo, ya es un estilo de vida.

El episodio del pasado sábado, en SER Aventureros, daba visibilidad al Mama Travel Fest, un festival que celebra su tercera edición este fin de semana en Valencia. Se trata del único festival para familias viajeras que existe en Espala y, durante los días 5 y 6 de octubre, recogerá a miles de asistentes que quieran disfrutar de charlas inspiradoras de familias que han hecho grandes viajes, de expertos en educación o nutrición, dando espacio a las mujeres que continúan con la ambición de ver el mundo después de convertirse en madres.

El método educativo de una familia nómada

Una de las madres que asistirán este fin de semana al Mama Travel Fest es Marta. Junto a su familia nómada de cinco, Marta lleva casi seis años viajando y viviendo en su camión camper o "casa con ruedas". Empezaron el recorrido por América y, tras un pequeño parón, continuarán su ruta hacia África, aunque aún no tienen claro el itinerario. "No sabemos si bajar por Marruecos toda la costa oeste hasta Sudáfrica y ya visitar todo el cono Sur; o mandar el vehículo a Sudáfrica y empezar desde abajo", explicaba a José Antonio Ponseti.

Entre las dudas que surgían al presentador de SER Aventureros se encuentra el modelo educativo que siguen los hijos de Marta, de 12, diez y siete años, en su vida en movimiento. "Nosotros hemos ido un poco evolucionando con ellos, viendo también las necesidades educativas que ellos iban teniendo a medida que van creciendo", contaba esta madre viajera. Marta cuenta que han intentado compaginar las lecciones con las experiencias que iban viviendo sus hijos con el entorno que les rodeaba. "En el libro me decía que íbamos a hablar de los volcanes dentro de seis meses, pero yo estoy subiendo un volcán y estamos viendo lava. Pues vamos a hablar de los volcanes en este momento y vamos a hacer trabajos sobre volcanes", relataba.

Marta asegura que esta manera libre de aprender, ligada a los estímulos y no al currículum dictado por los libros, ha conseguido que sus hijos "se coman el mundo" y tengan una mayor motivación para aprender. "Hoy en día, muchas veces pasa que los niños ya no quieren aprender porque están aburridos en el colegio. Esto en este caso ellos están muy abiertos a nuevas cosas", explicaba. Esta madre reconocía orgullosa que, por ejemplo, uno de sus hijos ya sabe desde los seis años que quiere ser biólogo.