Ainhoa Arteta: "Mi familia lo hipotecó todo para que yo pudiera cantar"

Resumir la carrera artística de Ainhoa Arteta en una entrevista de media hora es casi imposible. Por eso, para esta conversación con la cantante lírica, Mara Torres ha recurrido a unas imágenes que permiten viajar por una vida tan apasionante como sacrificada. La primera, la del roble que preside la plaza de Ispaster (Vizcaya), el pueblo de sus abuelos en el que pasó muchos veranos. También la de los secadores que presidían la peluquería de su madre, en la que la propia cantante trabajó durante 10 años o la de los vaqueros de su hermano, rotos por el desgaste. "Para mí esos vaqueros representan el gran sacrificio que hizo toda mi familia para que yo pudiera cantar. Lo hipotecaron todo. El sueldo íntegro de mi padre era para mi carrera y con el de mi madre de la peluquería para todo lo demás", ha contado Arteta.

En su visita a 'El Faro' como gataparda, la cantante ha elegido el seudónimo 'infinito'. Una palabra que cree que la describe bien después de las experiencias que ha vivido. En 2021, unos cálculos en el riñón le provocaron una septicemia que la llevó al borde de la muerte. "Le dijeron a mi familia que me quedaban tres horas de vida", ha explicado. Para la soprano, salvarse de aquello fue "volver", e insiste en ese verbo porque "estuve en otro sitio, vi mi cuerpo, a mis hijos, a la gente viniendo de negro a por mí. Yo pensé que había sido un sueño, pero luego me iban contando y decía: 'Esto yo lo he visto". Después de haber pasado por esas dificultades, Mara Torres le ha preguntado a Arteta si le ha cambiado la percepción sobre el escenario. "Ha cambiado mi percepción en general, en la vida y en el escenario. Podemos sentirnos afortunados", ha respondido.

"No me he sentido nunca una diva"

La soprano también ha defendido la humildad del intérprete, frente a la imagen estereotipada de que las mujeres que se dedican a la lírica son divas. "Yo no me he sentido nunca una diosa, una diva. En todo caso, serían unos dioses a los que han compuesto esas canciones. Nosotros las interpretamos. Y es verdad que el poder interpretar esas canciones a veces te hace sentir que estás en otra dimensión, pero cuando bajamos del escenario somos personas".