Hamás, las raíces del 7 de octubre

Este lunes se cumplirá un año del ataque que cambió el rumbo del largo conflicto en Oriente Próximo, el golpe de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que burló la férrea seguridad de su enemigo histórico y desató la guerra en Gaza. La organización terrorista asesinó a cerca de 1.200 civiles y tomó otras 253 como rehenes, de los que todavía decenas siguen en Gaza sin que sus familias sepan si siguen vivos.

Coincidiendo con su aniversario, este episodio de PDF reconstruye el mayor golpe que Hamás ha perpetrado contra Israel. 1.200 de sus militantes armados superaron la barrera de separación con la que Israel mantenía el bloqueo sobre la franja de Gaza y se infiltraron en una veintena de localidades hebreas provocando el terror en todo el país hebreo. En lo simbólico, el ataque acabó con la imagen de Israel como un Estado impenetrable.

Para comprender las raíces de Hamás y sus motivos para cometer semejante barbarie, hablamos con el escritor jordano Tareq Baconi, experto en geopolítica de Oriente Medio y autor del libro ‘Hamas’, publicado por Capitan Swing. Su libro se publicó algunos años antes de los ataques del 7 de octubre, un periodo de aparente calma entre Israel y Hamás, pero ya entonces, Baconi pronosticaba que un choque militar mayor estaba cerca. “Estaba muy claro que las únicas personas que estaban viviendo en calma en ese período eran los judíos. No había nada de calma en la Franja de Gaza. El bloqueo en sí es una estructura muy violenta. Había dos millones de palestinos viviendo bajo bloqueo, con una inmensa pobreza, sin libertad de movimiento, con desempleo y ocasionalmente violencia por parte del régimen israelí en forma de ataques militares, que han sucedido repetidamente a lo largo de 16 años”, explica.

Hamás, más que terrorismo

Baconi cree que considerar a Hamás como un mero grupo terrorista es un error que solo oculta el problema real. El analista jordano cree que es una etiqueta que sirve para otorgar impunidad al Estado israelí para mantener su opresión del pueblo palestino. “El objetivo de Israel es presentar a los palestinos como un pueblo irracional que no tiene una demanda real y legítima de derechos”, asegura.

Hamás se formó en 1987 para la búsqueda de la liberación de la Palestina histórica, del territorio que existía antes de la creación del Estado de Israel. Para sus fines, utiliza estrategias militares, pero también políticas. “Creo que es una etiqueta muy peligrosa si entendemos a Hamás solo como una organización terrorista, es algo que ignora las motivaciones políticas que persigue. No hacerlo es tratar de entenderlo como un grupo comprometido con la violencia sin ninguna razón, cuando la realidad es mucho más compleja. La realidad es que Hamás es un movimiento político anticolonial, comprometido con la lucha contra el sionismo, que es un proyecto colonial en Palestina y con la destrucción de la tierra de la Palestina histórica. Y para ello utiliza tácticas de resistencia tanto armadas como desarmadas”, añade Baconi.

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Pero en la diplomacia Palestina no ha obtenido resultados a pesar de las concesiones. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que es la representante del pueblo palestino, se comprometió con la resistencia armada para la liberación en sus primeros años, como Hamás. A finales de los años 70 y principios de los 80 acordó que la resistencia armada por sí sola no liberaría a Palestina, sino que se necesitaban soluciones diplomáticas, y proporcionó una concesión importante: reconocer el Estado de Israel.

“Ningún gobierno israelí ha reconocido nunca el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, ni siquiera en una solución de dos Estados. Está el hecho de que la Organización para la Liberación de Palestina lo hiciera en 1988. Y así entendemos, 30 años después, que en realidad Israel no está interesado en la diplomacia en absoluto. Lo que le interesa es asegurarse que los palestinos no tengan ningún proyecto político y que se vean obligados a seguir viviendo en Palestina sin derechos y sin ningún esfuerzo por resistirse al régimen israelí de apartheid que se les ha impuesto”, defiende el escritor. Teniendo en cuenta que Hamás ha seguido con su compromiso con la resistencia, se entiende que la calma iba a ser solo temporal.

Entretanto, además de la resistencia armada, los palestinos han empleado medios legales como acudir a la Corte Penal Internacional, movilizaciones y campañas de boicot. “Todas estas formas de resistencia se consideran terroristas”, denuncia el escritor. “Cualquier tipo de resistencia, armada o de otro tipo, es inaceptable para ellos. Los palestinos tienen que aceptar vivir como sujetos de segunda clase, como sujetos ocupados en su patria”.

Asedio y exterminio en Gaza

La resistencia de Hamás también ha representado un enorme coste para los palestinos, especialmente en vidas humanas. El analista cree que Hamás deberá rendir cuentas y explicar cuál es su objetivo estratégico con esta operación. Pero insiste, “el principal autor de esta violencia y la entidad responsable de este nivel de asesinatos entre los palestinos es el régimen de apartheid de Israel”.

Tareq Baconi cree que el ataque estaba planeado como una operación mucho más limitada “centrada en las bases militares alrededor de la Franja de Gaza, donde el movimiento podría atrapar o capturar soldados israelíes como prisioneros de guerra y llevarlos a Gaza para un futuro intercambio”. Porque, asegura, “nadie, incluido Hamás, habría previsto que el bloqueo israelí sería tan penetrable y débil”.

La respuesta del Gobierno Israel al ataque del 7 de octubre, en manos de Benjamín Netanyahu y sus socios ultraderechistas, fue desproporcionadamente dura y todavía hoy no ha terminado. El resultado de un año de bombardeos israelíes sobre palestina es que el 6% de la población de Gaza ha muerto o ha resultado herida, según el balance que ha hecho este viernes la Organización Mundial de la Salud. Los muertos ascienden a 41.800 personas y hay unos diez mil desaparecidos bajo los escombros. Los fallecidos son en su mayoría civiles, muchos niños, pero también personal sanitario y periodistas.

“Creo que incluso ahora, un año después, entendemos que el genocidio que Israel está llevando a cabo no tiene que ver con Hamás. Si fuera por Hamás, habría alcanzado un alto el fuego hace meses”, dice el escritor. “Este es un genocidio que se está llevando a cabo para completar lo que comenzó en 1948 y deshacerse de la mayor cantidad posible de palestinos. Así que, en muchos sentidos, independientemente del ataque de Hamás, creo que este tipo de matanza en masa por parte del gobierno israelí, de la que han llegado a hablar ocho años antes del 7 de octubre, era realmente inevitable”.

“Los rehenes israelíes podrían haber sido devueltos menos de un mes después del ataque. Lo que estamos viendo hoy es un proceso de genocidio que tiene como objetivo continuar la Nakba”, denuncia Baconi.

Aquella ofensiva terrestre de Israel en Gaza se repite ahora en el sur del Líbano, haciendo saltar las alarmas de la comunidad internacional ante la expansión de un conflicto que ya ha alcanzado una dimensión regional y que no tiene visos de terminar pronto.

“El frente en el Líbano terminaría mañana. Hezbolá es muy claro en que pondrá fin a cualquier tipo de provocación si termina el genocidio. Así que lo que está diciendo el gobierno israelí es que ahora llevará a cabo una guerra en el Líbano para poder seguir manteniendo el genocidio en Gaza”, dice el escritor. Baconi no cree que Netanyahu vaya a ser capaz de derrotar ni a Hamás ni a Hezbolá. “Se trata de organizaciones que, aunque sus fuerzas armadas estén gravemente debilitadas, se basan en una ideología en la que creen los palestinos”, explica. “La resistencia al apartheid israelí persistirá. No hay una solución militar aquí”. De haber una solución, ésta debe ser política, en opinión del experto, y tendrá que venir de la comunidad internacional.