Los 27 se reúnen en Bruselas en medio de los llamamientos para endurecer la política migratoria

Bruselas

Los 27 se reúnen en Bruselas en una Cumbre en la que el debate migratorio volverá a estar en el centro de la discusión. Auspiciado por el endurecimiento de las propuestas de países como Dinamarca, que en mayo impulsó una carta pidiendo la creación de centros de internamiento en terceros países y que contó con el apoyo de una docena de países, así como la petición para cambiar la directiva sobre las expulsiones para que sean más ágiles (posición defendida por Austria y Países Bajos que cuenta con el respaldo de otros 15 estados miembros), los 27 van a analizar la respuesta de la UE al aumento de llegadas de migrantes irregulares en un momento en el que los discursos de la capitales están virando a métodos más duros que antes sólo defendían los gobiernos más ultras.

Fuentes diplomáticas explican que el cambio normativo para agilizar las deportaciones será uno de los puntos centrales del debate. Así lo expresó ayer el presidente del Consejo, Charles Michel, en una carta enviada a los 27 en la que hablaba de "reforzar las políticas de retorno". Algo que ya subrayó Von der Layen en otra misiva enviada el lunes a los estados con su posición en materia migratoria y en la que la alemana mencionaba que el ejecutivo comunitario preparaba una reforma de la directiva sobre deportaciones para endurecerla.

¿Se mencionará el 'modelo Albania' en las conclusiones de la Cumbre?

Aunque la cuestión clave es si se abordará en esta reunión la posibilidad de crear centros de internamiento en países extracomunitarios, o lo que es lo mismo, exportar el modelo Albania al resto de países de la Unión. Una propuesta que cobra peso en las capitales europeas y a la que se abre a estudiar la presidenta de la Comisión, como dejó claro en esa misma carta: “Deberíamos seguir explorando posibles formas de avanzar en la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la UE, especialmente en vista de una nueva propuesta de retorno”.Se trata de una propuesta que la propia Comisión rechazó en 2018 y que ha negado en los últimas meses. Pero la presión de las capitales y del propio Partido Popular Europeo para introducir este debate en la inminente reforma de la directiva que regula las deportaciones, ha terminado por aceptar la propuesta dentro del debate. Los centros de internamiento, o "hubs", que es el término utilizado en Bruselas, han comenzado a funcionar esta semana en Albania, donde Italia está enviando a migrantes en situación irregular.

La primera ministra italiana, la ultraconservadora Giorgia Meloni trata ahora de sacar rédito con el discurso de que los socios van a acabar aplicando un modelo que hasta hace poco no contaba con el respaldo de la mayoría de capitales. Giorgia Meloni dijo el martes ante el Senado italiano que Europa estaba empezando a inspirarse en el modelo italiano. Y esta misma mañana ha convocado un encuentro informal con los países que apoyan que Bruselas se abra a estudiar esta fórmula. Un encuentro en el que participa Países Bajos (gobernada por una coalición liderada por una fuerza ultra), y Dinamarca (donde gobiernos los socialdemócratas con uno de los discursos más duros en el club comunitario en materia de migración). España y Alemania rechazan la creación de centros de internamiento, pero sí apoyan la propuesta de la Comisión para reformar la directiva que regula las deportaciones. Fuentes diplomáticas confían en que la posibilidad de crear estos centros no quede reflejada en las conclusiones finales de la cumbre. La posición que defenderá Madrid, según estas fuentes, pasa por priorizar el enfoque preventivo y acelerar la implementación del Pacto de Migración y Asilo, que entrará en vigor a mediados de 2026. Una propuesta a la que se ha abierto la propia presidenta Von der Leyen.

Oriente Medio y Ucrania

El presidente ucraniano participa de nuevo en una cumbre de los 27, esta vez para presentar su plan con el que Kiev quiere poner fin al conflicto en el este del país tras la invasión rusa de febrero de 2022. "También agudizaremos nuestro enfoque en nuestro compromiso financiero con Ucrania. Espero que cumplamos con el compromiso que asumimos en junio, junto con los socios del G7, de proporcionar aproximadamente 45 mil millones de euros (50 mil millones de dólares) para fin de año para apoyar las necesidades militares, presupuestarias y de reconstrucción de Ucrania.

A pesar de estos importantes avances, también deberíamos evaluar el apoyo brindado hasta ahora e intensificar nuestros esfuerzos a medida que se acerca el invierno", escribía el presidente del Consejo Charles Michel en su carta a los 27. Sobre Oriente Medio, añadía que "El Consejo Europeo debe impulsar firmemente la distensión e insistir en el respeto del derecho internacional y humanitario. Los recientes ataques contra las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el sur del Líbano son irresponsables e inaceptables. Debe protegerse la seguridad del personal de las Naciones Unidas y de los trabajadores humanitarios. También reafirmaremos nuestro firme apoyo a las Naciones Unidas y a su Secretario General".