Scholz rechaza el modelo de retención de inmigrantes en terceros países mientras que Países Bajos propone enviarlos a Uganda
El canciller alemán se distancia de la propuesta de Ursula von der Leyen no por su contenido, sino porque considera que no es una solución para un país que recibe el volumen de inmigrantes que llegan a Alemania
Madrid/ Bruselas
El Consejo Europeo que se celebra hoy y mañana en Bruselas va a tener sobre la mesa la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea para que los 27 se planteen imitar el pacto de Italia con Albania y establezcan acuerdos con terceros países para que los solicitantes de asilo sean retenidos en esos lugares antes de que se decida si pueden ingresar o no en suelo de la Unión Europea.
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Una propuesta avalada por una quincena de países, entre ellos aquellos donde la extrema derecha es una fuerza gobernante o ha ganado elecciones como Italia, Países Bajos o Austria, pero que no cuenta con el apoyo de Alemania. El canciller Olaf Scholz ha explicado a su llegada a Bruselas que "esa solución no es válida para un país que recibe 300.000 inmigrantes irregulares al año como Alemania". Es decir, no descarta la idea por las dudas que pueda hacer surgir con respecto a los derechos de los inmigrantes, sino porque el pacto de Italia con Albania supone la retención en un año de la décima parte del total de personas que en ese tiempo llegan a Alemania.
"Son demasiadas llegadas", ha seguido Scholz, "por lo que impedir que lleguen 2.000 personas es muy poco. Tenemos que otorgar protección a quienes necesitan protección, pero no puede venir todo el mundo; tenemos que poder elegir quién viene según nuestras reglas", ha añadido el canciller germano. Scholz ha defendido la política migratoria alemana, que recientemente ha sumado a sus características el refuerzo de todas las fronteras terrestres del país.
Enrique García Pozo, en la Cumbre de los 27
Países Bajos propone el envío de inmigrantes a Uganda
España e Irlanda son dos de los países que encabezan la oposición a la propuesta de Von der Leyen. De hecho, el primer ministro irlandés, Simon Harris, ha declarado antes de la reunión que espera que la Unión Europea no imite el proyecto que pretendió implantar el anterior gobierno británico que lideraba Rishi Sunak y que se basaba también en acuerdos para deportar inmigrantes a Ruanda, plan que ha suspendido el nuevo gobierno de Keir Starmer. Bélgica tampoco cree que acuerdos como el de Italia con Albania sean una solución práctica. Su primer ministro, Alexander de Croo, ha dicho que es una medida "muy cara y poco efectiva".
No obstante, esa línea británica tiene adeptos en el seno de la Unión Europea, como es el caso de Países Bajos, donde hay un gobierno de coalición liderado por la extrema derecha. El gobierno neerlandés ha reconocido en las últimas horas que explora un acuerdo con Uganda para deportar allí a los solicitantes africanos de asilo que sean rechazados en la frontera de los Países Bajos, y hoy el primer ministro Dich Schoof ha dicho que es "una idea seria que estamos evaluando ya que puede ser un ejemplo para otros Estados miembros. Se ajusta a la línea de debate que tenemos sobre si estos centros funcionarán", ha añadido.
En el caso de los países bajo la influencia de la extrema derecha, los mensajes de respaldo a esta política son muy nítidos. Como ejemplo, las palabras del vicepresidente italiano Matteo Salvini en un encuentro de partidos ultras en el que están Viktor Orbán, Marine Le Pen o Santiago Abascal, donde ha dicho este jueves que la solución es directamente "detener las salidas de inmigrantes".
Algunos gobiernos conservadores que no son de extrema derecha respaldan estas tesis también. Ha puesto voz a esta postura el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, quien cree que "la Comisión Europea se ha acercado mucho a las posiciones griegas" con esta nueva propuesta.
Antes del inicio del Consejo Europeo, Von der Leyen ha estado presente en una reunión para tratar las políticas migratorias convocada por Italia, Países Bajos y Dinamarca a la que han sido invitados también siete países más partidarios de la medida de los acuerdos con terceros.