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Moldavia escoge entre poner rumbo a la Unión Europea o virar hacia Moscú

Uno de los países sobre los que planea la influencia de Rusia celebra elecciones este domingo que pueden ser determinantes para su integración en la Unión Europea

Votantes moldavos durante las elecciones locales celebradas en el país a finales de 2023 / Pierre Crom

Moldavia pidió hace dos años iniciar el proceso de negociaciones para entrar en la Unión Europea, algo que Bruselas aceptó a finales del pasado año. Unos momentos en el calendario que han quedado marcados por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, quien también mantiene influencia en Moldavia. El país decide este domingo en sus elecciones presidenciales si en su horizonte aparece Bruselas o Moscú.

Y no sólo hay elecciones presidenciales, sino que los moldavos también deberán votar en un referéndum sobre la inclusión del procedimiento de integración en la Unión Europea en la Constitución del país. Las encuestas apuntan a un triunfo de la corriente pro-europea que lidera la presidenta Maia Sandu, que se enfrenta a media docena de candidatos prorrusos. Lo que no está claro es si necesitará o no una segunda vuelta frente al candidato de los socialistas.

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Sandu es una firme defensora de la integración en la Unión Europea, donde ha dicho en varias ocasiones que está el futuro para el progreso de su país, pero teme la influencia que el régimen de Putin pueda tener en los comicios. "Oigo las bombas sobre Odesa desde mi despacho", ha relatado Sandu para ejemplificar su oposición a Putin, y es que la ciudad ucraniana está apenas a 60 kilómetros de Moldavia, país sobre el que han sobrevolado en más de una ocasión proyectiles rusos destinados a objetivos en Ucrania.

Moldavia ha logrado independizarse del gas ruso, la presidenta de la Comisión Europea ha prometido una ayuda millonaria para modernizar la capital del país y desde abril de 2023 la Unión Europea ha establecido una misión de cooperación para la colaboración en materias como las amenazas híbridas, la ciberseguridad o la desinformación generada por agentes extranjeros. También tiene un trato preferente a la hora de exportar sin aranceles determinados productos alimenticios a los 27.

Transnistria, el ojo del huracán

Además de la retórica favorable a Rusia de parte de la oposición como se escucha también en otros antiguos países de la órbita exsoviética, Moldavia tiene un problema propio relacionado con Moscú: Transnistria. Esta región del este de Moldavia funciona casi como un país independiente no sólo vinculado a Rusia, sino directamente heredero de la Unión Soviética. Moldavia afronta también el movimiento independentista en Gagaúzia, región también muy vinculada a Rusia.

Rusia mantiene presencia militar en Transnistria y ha amenazado en más de una ocasión con acudir en su defensa si considera que los prorrusos sufren allí algún tipo de persecución, argumento parecido al que ha usado para justificar la invasión de Ucrania. Una ocupación rusa, o un gobierno moldavo cercano a Putin, dejaría a Rusia a las puertas de la Unión Europea.

El candidato socialista, Alexandru Stoianoglo, aboga por una normalización de las relaciones con Rusia, aunque son otros dirigentes los que han sostenido un lenguaje mucho más cercano a Moscú. Es el caso de Irina Vlah, quien aboga por pedir un referéndum para declarar a Moldavia como estado neutral y que no respalde así a la resistencia ucraniana. La oposición está esparciendo la idea de que Sandu, gran favorita, está preparando un fraude electoral del que no ha ofrecido ninguna prueba.

Pocos días antes de las elecciones, Sandu ha nombrado a un nuevo Jefe del Estado Mayor, Vitali Mikov, que trabajó como agregado militar en Estados Unidos y ha estado al frente del contingente que vigila la zona fronteriza con la región de Transnistria.

Influencia de Rusia

Sandu y sus partidarios han acusado a Rusia de interferir en la campaña con vídeos para desinformar y dinero para candidatos afines, no sólo de cara a estos comicios, sino para posicionar sus mensajes de cara a las elecciones parlamentarias del próximo año.

El objetivo de Moscú es hacer descarillar los esfuerzos de Moldavía para integrarse en la Unión Europea

—  Josep Borrell, Alto Representante de la UE para la Política Exterior, en el Parlamento Europeo

La policía ha desmantelado un plan para la compra de más de 100.000 votos contrarios al referéndum sobre la adhesión en la Unión Europea. Detrás de ese plan, y de la oposición prorrusa en el país, sitúan a Ilan Shor, un oligarca vinculado a Moscú que formaba parte de un partido ilegalizado precisamente por esos lazos con Putin. Esta misma semana, la policía ha descubierto que hay personas que han viajado a Rusia para entrenarse allí de cara a provocar disturbios a su vuelta a Moldavia.

Además, Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido han impuesto sanciones contra instituciones respaldadas por el Kremlin a las que acusan de poner en marcha procesos para la compra de votos y para provocar incidentes en las calles de Moldavia.

Antonio Martín

Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...