Meir Statman (Economista), en la SER: "El dinero no lo es todo. Pregúntate qué te hace feliz"
El economista estadounidense presenta su libro 'El valor del bienestar' en Hora 25 de los Negocios, donde reflexiona sobre el valor del dinero en el camino hacia la felicidad
Madrid
Meir Statman es profesor de la Universidad de Santa Clara (California, Estados Unidos) y uno de los grandes expertos en las finanzas conductuales. Ha llegado a España para presentar su libro 'El valor del bienestar' que ha presentado en la SER. Javier Ruiz charla con él en 'Hora 25 de los Negocios', donde Statman ha reflexionado sobre el papel que juega el dinero en el camino hacia la felicidad o cómo se deben gestionar las finanzas para conseguir el bienestar en todas las etapas de la vida. Puedes escuchar la entrevista completa aquí:
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Pregunta: Empecemos por el principio. ¿El dinero no lo es todo?
Respuesta: El dinero no lo es todo... pero es parte de ese todo. Hay dos corrientes en la literatura económica. Es muy interesante. Cuando los economistas y la gente del mundo financiero habla sobre el concepto "bienestar", se están refiriendo al bienestar financiero. Su idea es que, cuanto más dinero tienes, mejor te va. Pero si le preguntas a un sociólogo o a la gente en general "¿Qué es más importante para ti?", normalmente lo primero que te dicen es: mi familia, mis amigos, la salud, el trabajo...
Existe una especie de división. Y lo que yo he intentado hacer es juntar estos dos planteamientos. La gente en el mundo de la economía no está muy familiarizada con ese concepto de bienestar, así que he cogido su teoría academica -que tiende a ser muy estricta- y la he combinado con tres historias vitales para darle sentido.
P: Dices que hay que maximizar las ganacias tanto como podamos. El dinero es bueno. Pero también dices que necesitamos familia y amigos. Otro tipo de capital: social, culutural o personal. La solución es: ¿Me tengo que casar?
R: (Risas) Creo que, en general, los casados son más felices que los solteros. Pero, por supuesto, existen cosas como el divorcio. La gente se piensa que el mayor riesgo de la vida está en la bolsa (en los mercados) y yo siempre digo: bueno, si quieres riesgo de verdad, cásate. Y si quieres 1 todavía más riesgo: ten hijos. La gente se ríe porque es algo obvio: pero necesitas dinero para sostener a una familia, para alimentar a tus hijos o para educarlos. No puedes separar las dos cosas. Es muy imporante darse cuenta de que al final, lo que realmente importa es tu bienestar.
P: ¿Hay entonces algún equilibrio entre ahorrar y gastar?
R: La gente llega a ese equilibrio de formas diferentes. El problema de los jóvenes normalemnte es su autocontrol. Es muy débil. Gastan más de lo que sería conveniente. Lo que es interesante es que para la gente mayor funciona al revés. Son responsables y buenos ahorradores. Se enorgullecen de ello. Pero después, cuando se hacen mayores y llegan a tener millones de dólares, no cambian sus hábitos. Simplemente no gastan. Y yo les digo: habéis tenido demasiado autocontrol. Con esto no estoy queriendo decir: págate un crucero y recórrete el mundo entero. Lo que estoy diciendo es que te preguntes qué te hace feliz. Hazlo. En nuestro caso, para volar hasta aquí hemos venido en business. Y ya sabes que la clase bussines es cara. Pero luego, también dedicamos dinero a organizaciones de caridad, al cuidado de nuestros hijos... a nuestra comunidad. Donde quiero llegar es a que hay que preguntarse a uno mismo: qué te hace feliz. Quizás lo que te hace feliz es abrir una cuenta corriente para tus nietos, para su educación o algo así.
P: ¿La regla es que cuando seas joven no gastes tanto y cuando seas mayor ahorres solo un poco?
R: Sí, eso es.
P: Mencionas que tener amigos o mascota es un buen negocio, siempre que te haga feliz. Déjame llevarlo al punto de vista de la macroeconomía. Entonces, ¿El PIB -el indicador económico que más usamos- es un indicador muy limitado para medir el bienestar?
R: Sí, lo es. El PIB es un indicador con mucha utilidad para medir el bienestar economico y financiero de un país. Pero al final lo que importa es el bienestar de los ciudadanos de un país. En Estados Unidos hay una desconexión entre ambas cosas. La economía va bien, pero la gente no está contenta porque hay cierta incertidumbre. La gente se fija en la 2 inflación -ahora ya se ha rebajado, pero los precios siguen mucho más altos que antes de la pandemia- y el sentimiento general es amargo. Eso termina afectando a cómo se siente la gente y cómo vota en las elecciones.
P: Por tanto, cuando consideramos el PIB o el déficit para valorar las políticas económicas, ¿Deberíamos medir la felicidad?
R: Totalmente. Y lo que vemos es que los políticos últimamente hablan de eso. ¿Por qué la gente esta cabreada, enfadada, si la economía tan bien, los mercados van bien o tenemos el desempleo en niveles muy bajos? Bueno, igual hay algo que no va tan bien.
Por ejemplo, los precios están mucho más altos que antes, pero los salarios también son más altos. En cambio, la gente no conecta ambas cosas. La gente dice: si me suben el sueldo es porque soy buen trabajador, porque me lo merezco. Sin embargo, piensan que los precios suben porque las empresas están poniendose de acuerdo. ¿Cuál es el diagnóstico de un economista? Bueno, que es cierto que los precios han subido, pero tu sueldo también. Así que, en realidad, estás en el mismo punto en el que estabas antes. Pero la gente tiene una aversión a la inflacion y no llega a la misma conclusión que los economistas.
Lo que necesitamos como economistas -y yo soy uno de ellos- es que ir mas allá de nuestra profesión y pensar igual que lo hace la gente de a pie. Preguntarnos a nosotros mismos: ¿Qué está pasando? Y parte de la respuesta está en esa desconexión entre salarios y precios. Además, tendemos a compararnos con otra gente. Lo importante muchas veces no es cuánto tengo. Si no qué pasa con mis compañeros de trabajo, con mis amigos. Si alguien a tu lado se está haciendo más rico, tú te sientes más pobre. Y eso es algo que tambien la gente tiene que aprender: que al final, si tienes suficiente -y seguramente tienes más que suficiente- no pasa nada si vecino o tu compañero de trabajo tenga un poco más.
P: ¿Aceptarlo?
R: Puedes aceptarlo. Es difícl. Se que es difícil. Yo mismo he dicho: "¡Hala! Mira todo lo que gana ese tipo que se dedica a la consultoría". Luego he pensado: bueno, sí. Pero yo he conseguido una dotación para mi 3 universidad de varios millones de dólares. Quiero decir: él tiene dinero suficiente, tú tienes dinero suficiente. ¿Qué importa si él tiene un poco más? En realidad no importa. Pero hay un instinto de competir y compararnos con el resto.