Malismo

Madrid

Hoy nos enfrentamos a una palabra que no encontramos en el diccionario: el sustantivo 'malismo'. Y es muy curioso, porque los académicos sí que han recogido en sus páginas, hace ocho años, la palabra antónima buenismo, así como el adjetivo buenista. Ya teníamos desde hace siglos, para referirnos a la bondad de un individuo, las palabras bueno, bondadoso, benévolo, benigno, buenazo o bonachón, cada una con su matiz, pero todas con un sentido positivo. Hasta que alguien, no sabemos quién fue el primero, acuñó este término que tiene lo bueno en su raíz para darle un sentido despectivo. Porque el buenismo sería, según la definición académica, "la actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad o actúa con excesiva tolerancia".

Este sentido paradójico lo encontramos también en la palabra 'malismo', cuya raíz nos llevaría intuitivamente al mal, pero a un mal que el malista no oculta, sino que exhibe, a un mal que no estigmatiza, sino que proporciona beneficios a quien presume de él. Es evidente que el malismo está de moda, vende y capta adeptos sin dificultad. Así que apostamos a que la palabra llegará al diccionario más pronto que tarde y nuestro invitado no sé si podrá reclamar derechos de autor, pero podrá asesorar a los académicos en su definición.