La acción ensayada con el portero del Midtjylland termina en el gol más surrealista del año
Tenían la intención de sorprender al Steaua Bucarest en su partido de Europa League y acabaron lamentándolo
Este jueves tuvimos una nueva jornada de competiciones de la UEFA con la disputa de las jornadas de Conference y Europa League. Este último torneo nos dejó una de cal y otra de arena con la victoria del Athletic Club ante el Ludogorets (1-2) y la derrota de la Real Sociedad frente el Vikroria Plzen (2-1), mientras que en la tercera competición europea vimos cómo el Real Betis ganaba de manera épica al Celje con un gol de Juanmi en el último minuto del tiempo de descuento.
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Pero no es lo único que nos dejó este día de fútbol en el viejo continente. Se juegan muchos partidos cada vez que hay Europa League y Conference y claro, la posibilidad de ver cosas increíbles es muy alta, aunque no solo disfrutamos de grandes actuaciones, goles bonitos y calidad en el terreno de juego, sino que también vemos algún que otro gazapo que da la vuelta al mundo, sobre todo con la inestimable ayuda de las redes sociales, donde nada pasa desapercibido.
Fue el caso del partido del Steaua Bucarest-Midtjylland. El conjunto rumano se adelantó en la primera parte con un gran tanto de Florin Tanase y ponía la primera piedra para llevarse los tres puntos que había en juego, pero la puntilla para certificar esto tuvo la inestimable ayuda de su equipo rival. En una acción claramente ensayada que pretendía acercarse al empate, consiguieron todo lo contrario y dejaron estupefactos a los espectadores y todo aquel que ha visto la jugada repetida.
Una acción ensayada con final surrealista
Una vez que se acabó el descanso, los protagonistas del encuentro volvieron al terreno de juego y se dispuso el saque de centro. El Midtjylland sería el encargado de poner el balón en movimiento y vimos cómo sus jugadores, casi al completo, se ponían en la línea de cal que separa las dos zonas del campo, con clara intención de llevar a cabo una jugada ensayada nada más comenzar el segundo acto del duelo, pero no salió como lo habían planeado.
La pelota fue directamente desde el punto de saque hasta Elías Ólafsson, que salió bastante de su área mientras el resto de los futbolistas del conjunto danés corría a campo contrario con el objetivo de recibir un pase en largo de su portero y armar una oportunidad de peligro nada más comenzar las hostilidades. No salió bien. El guardameta fue a pegar el pelotazo, pero en ese momento se vio cómo dos jugadores del Steaua corrían hacia él, que estaba fuera de sitio.
Ólafsson, alejado de su arco más de 20 metros, golpeó al esférico con fuerza, pero se topó con el cuerpo de Daniel Birligea. Con la propia inercia y la potencia que había imprimido al balón, este botó en dirección a la portería y el arquero, por más que corrió, no consiguió llegar a tiempo para evitar que se colara al fondo de la red, más aún teniendo en cuenta que el delantero rival acompañó la trayectoria de la pelota y terminó empujándola con el pecho por si acaso. Ocho segundos de juego y caía el segundo de una manera tan inesperada que ni el marcador de la televisión se había colocado. Surrealista.