Trump sin límites
Las consecuencias de la victoria de Trump para los derechos humanos afectan a todo el mundo, desde los inmigrantes que intentan llegar a Estados Unidos, a las mujeres o a quienes sufren las guerras en Gaza y Ucrania, donde la vuelta al poder del magnate populista se vive con incertidumbre.
Trump sin límites
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Donald Trump está de vuelta con más poder que nunca. El republicano no solo arrasó en los votos para llegar a la Casa Blanca, sino que su partido controlará las dos cámaras del Capitolio, con lo que podrá aplicar sus planes sin prácticamente contrapesos. Su regreso a la presidencia de Estados Unidos va a afectar a todos los niveles, con consecuencias no sólo para su país, sino también en las guerras de Gaza y Ucrania.
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Uno de los pilares que han facilitado este regreso es la capacidad que ha tenido Trump para imponer un relato sobre la inmigración basado en el miedo y en el rechazo de los estadounidenses, aunque fuera a base de mentiras, como cuando afirmó que los migrantes se comen las mascotas de los estadounidenses. A partir de ahora se esperan nuevas deportaciones masivas y el refuerzo de la frontera con México. El periodista de la SER Nicolás Castellano la ha recorrido junto a Óscar Andrade, líder de un grupo que busca a migrantes desaparecidos en el desierto. En los años que lleva de búsqueda se ha topado con más de 350 cuerpos.
“Cuando andábamos buscando encontramos a tres pequeños en el desierto, una niña de unos 11 o 12 años, otra niña de seis años y un niño de menos de un año. El niño no tenía cabeza. La hermanita mayor lo tenía abrazado y estaba comida de un costado, y la otra niña estaba como a unos 15 o 20 pies de distancia y estaba comida de la espalda”, relata horrorizado. Cree que si hubieran llegado solo un día antes los podrían haber encontrado con vida. El grupo, que se llama Capellanes del Desierto, se encuentra en Tucson, Arizona, preparándose para ir a recuperar otros cuerpos que han localizado.
La afluencia en la ruta migratoria entre México y Estados Unidos ha crecido un 60% en los últimos tres años, según Andrade, quien en los últimos meses ha podido comprobar que es la mafia de tráfico de seres humanos la que separa a las familias. “Mandan grupos de niños solos. Siempre mandan a un niño mayor, de doce o trece años, que es quien lleva la radio por la que les van guiando, pero lamentablemente las criaturas no conocen nada sobre caminos, menos en la noche, y se pierden o los mismos animales los cazan”, denuncia.
Lo que más teme Andrade con la llegada de Trump es el cierre fronterizo que promete y que hará la ruta todavía más peligrosa y más alejada de la civilización, porque no cree que ese cierre vaya a frenar el flujo migratorio. Ahora las mafias cruzan a migrantes en lanchas por el lado de Tijuana, sin importarles si saben nadar o no, como demuestra la cantidad de cuerpos que la organización ha encontrado en esa zona.
Israel celebra la vuelta de su aliado
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, fue el primero en felicitar a Trump, su gran “amigo en la Casa Blanca”, y seguramente la persona que más se alegró de los resultados electorales en Estados Unidos. También su ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, fue uno de quienes celebraron con mayor entusiasmo el triunfo de Trump, incluso le pide que le ayude a instaurar la pena de muerte para los terroristas, grupo en el que engloba a todos los palestinos, y ampliar los territorios ocupados en Cisjordania.
El periodista basado en el Líbano Miguel Flores recuerda algunos de los gestos que ha tenido la primera administración de Trump: reconoció a Jerusalén como capital de Israel, trasladó su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, impulsó los acuerdos de Abraham con los Emiratos Árabes Unidos… Ahora, Israel se sabe “con carta blanca para hacer lo que quiera en la región durante los próximos cuatro años”.
El resultado electoral, que ha caído como un jarro de agua fría entre las poblaciones árabes de la región, tampoco ha desmoralizado a nadie, dada la frustración con la administración Biden el último año, explica Flores. “Hamás, de hecho, ha pedido a Trump que cambie la gestión de Biden y Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina en Cisjordania, ha felicitado al líder republicano y le ha mostrado su ilusión por trabajar juntos hacia la paz y la estabilidad”. El mensaje de Trump en las últimas semanas de campaña fue que no iba a empezar más guerras y que iba a zanjar las que había. Un mensaje que caló entre el electorado árabe estadounidense y entre las poblaciones de Oriente Medio como la del Líbano.
Quien tiene que prepararse para unos años difíciles es Irán, que a ojos de Trump y de Netanyahu es la raíz de todos los males y la patrocinadora de Hamás, Hezbollah y otros grupos considerados terroristas por Israel y Estados Unidos. Las tensiones entre ellos tienen además implicaciones nucleares para toda la región. “La administración Biden le dijo a Netanyahu a la hora de responder a los ataques de Irán que no atacara los sitios nucleares y Netanyahu no lo ha hecho. Con Donald Trump me temo que a lo mejor le dice que ataque los sitios nucleares, y ahí tengo más miedo de que que Donald Trump quiera simplemente dar un golpe de mesa”, advierte Carlota García Encina, analista del Real Instituto Elcano. De hecho, poco antes del ataque que Israel lanzó sobre Irán a principios de octubre, Trump le dijo a Netanyahu textualmente ‘Golpea las bases nucleares y ya nos encargaremos del resto más tarde’. Ahora la decisión está en manos de Israel.
Incertidumbre en Ucrania
En Ucrania, el regreso de Donald Trump se vive con gran incertidumbre. Asumen que supondrá un cambio en la guerra porque ha prometido zanjarla rápido, antes incluso de su toma de posesión el 20 de enero. Su percepción de Putin es radicalmente diferente a la de Biden. Trump alaba al presidente ruso y presume de hablar mucho con él sobre Ucrania.
Hoy en Moscú siguen considerando a Estados Unidos un país hostil, aunque voces dentro de la Duma confían en un nuevo enfoque constructivo para Ucrania. Volodímir Zelenski, en su mensaje de felicitación, dice apreciar la apuesta de Trump para imponer la paz a través de la fuerza y que eso les acerca al fin del conflicto. El presidente electo ha cuestionado el papel de Estados Unidos como principal apoyo militar de Ucrania, aunque esto no tiene por qué ser definitivo, como explica Carlota García Encina, del Real Instituto Elcano. “Resulta que de esa ayuda militar el 80% repercute en las empresas de defensa americanas. Si eso se lo dices a Donald Trump, a lo mejor se lo piensa”. En el frente, Rusia avanza ahora con el apoyo de tropas enviadas por el norcoreano Kim Jong-Un, con quien Trump se reunió en 2019.
El miedo de las mujeres
El triunfo de Trump manda también un claro mensaje a las mujeres y al feminismo, ya no solo por lo que representa la derrota de una mujer fiscal frente a un delincuente, sino por las continuas muestras de misoginia de las que ha hecho gala Donald Trump. Ha logrado ganar la guerra cultural metiendo miedo a las mujeres y madres, dice Lina Gálvez, presidenta de la Comisión de Igualdad del Parlamento Europeo. “Muchas madres a las que se les ha convencido que sus hijos, simplemente por querer ligar, van a ser acusado de violación”. Y ha tenido el apoyo de los evangélicos antiabortistas frente a Harris, que no ha acertado en su discurso, “una reacción de los varones jóvenes frente al avance de las mujeres”, según Elena Valenciano, consejera de Estado y presidenta de la Fundación Mujeres. Trump ha recuperado un porcentaje altísimo del voto latino que no tenía. Y en ese voto latino sabemos que hay una cultura bastante antifeminista”.
Verónica Cruz, que lleva años movilizada a favor de las mujeres y sus derechos en Estados Unidos, ayudando, por ejemplo, a aquellas mujeres que no tienen acceso fácil a la píldora abortiva, encara con preocupación la etapa política que se abre en Estados Unidos. “Entendemos que él si pudiera metería en la cárcel a todas las mujeres que abortan y a las personas que las ayudan. Por eso va a ser súper importante reforzar la organización social como respuesta colectiva a las restricciones y a la brutalidad de tener a ese señor que está completamente en contra de los derechos humanos en la presidencia de Estados Unidos”, subraya.
La impresión de Cruz es que los latinos han visto en el magnate una forma de esperanza en que mejore su situación económica. Además, lamenta que muchos de ellos lo hayan elegido porque no quieren que entren más latinos en el país a “quitarles sus trabajos”. Un posicionamiento que ella misma como mexicana vive con mucha desesperanza. “Es brutal que los mismos latinos estén deseando que Trump de verdad ponga más muros, más obstáculos para que no entren más latinos a ese país con todo lo que les implica salir de países como Venezuela, Centroamérica, cruzar por México, incluso que pierdan la vida”.
El mensaje que da un gobernante que “cree que las mujeres no son sujetas de derechos, que no son personas y que no merecen decidir incluso sobre sus propios cuerpos y sus propias vidas” es muy desalentador para el feminismo en general, no solo para Estados Unidos. “Con toda esa desesperanza, con toda esa rabia, con toda esa impotencia, lo que nos queda es seguir luchando”, insiste Cruz. De momento, las mujeres a las que ella ayuda le han pedido que le envíen píldoras abortivas por si algún día las necesitan, en previsión de que se niegue su derecho a decidir.