Las cartas históricas que tratan de desvelar la apariencia de Cristóbal Colón

Madrid

Desde aquel 12 de octubre de 1492 en el que Cristóbal Colón y su tripulación gritaron "¡tierra!" al llegar a la isla de Guanahaní, en las Bahamas, las dudas acerca de la vida, la personalidad e incluso la apariencia del navegante que cambió la historia de Europa y América siguen siendo un misterio en muchos aspectos. Una incertidumbre a la que arroja un poco más de luz la exposición Cartas de Colón: América en la Casa de Alba, en el Palacio de Liria de Madrid. Esta exposición nos muestra, entre otras cosas, las cartas que enviaban amigos, familiares y demás personas a Colón, y las que él enviaba a estos. Documentos que nos permiten conocer algo más de la vida del explorador.

Precisamente en el Palacio de Liria de Madrid ha estado el director de SER Historia Nacho Ares, quien ha podido ver la dimensión de esta exposición de la mano de Álvaro Romero, co-comisario de la exhibición, quien ha ido explicando al periodista las 24 cartas de la histórica figura que allí se encuentran. Ares comentaba con el co-comisario la importancia de los retratos para conocer la apariencia de Colón, "otro de los elementos más misteriosos" de la figura del aventurero, lo cual suscita la pregunta: "¿Cuál era el rostro de Colón? Ya que todas las reconstrucciones faciales que se han hecho a partir del cráneo, cada una es de su padre y de su madre", explicaba el periodista.

En la exposición, explica Romero, han bautizado a Colón como "el hombre sin rostro", ya que "hay cientos de retratos de Cristóbal Colón, pero no sabemos cuál es el auténtico", aseguraba el co-comisario. Un hecho que aviva aún más, si cabe, la incertidumbre que rodea a la figura de Colón. El retrato auténtico debió haberse hecho, puesto que "él buscaba copiar a la nobleza castellana, pero o no existe o no se ha encontrado"; aunque no toda esperanza está perdida, "nos quedan las descripciones que hicieron Fray Bartolomé de las Casas y su hijo Hernando, que obviamente le conocieron". Ellos nos dicen "que tenía la piel clara, nariz aguileña, ojos azules y poco pelo", explicaba Romero.

Además, "Colón era muy coqueto" y parece ser que el tema de la alopecia "le preocupaba"; tuvo "el pelo canoso desde muy pronto", añadía Romero. Por ello, nos encontramos "un Colón para cada época", porque no se parece en "nada" el retrato de Colón de principios del siglo XVI con otro retrato del siglo XVII en el que "parece más un noble". "Los retratos de Vázquez Díaz sí se asemejan más a la imagen que tenemos nosotros del almirante", explicaba el co-comisario, aunque sin duda "su aspecto" sigue siendo un misterio.