¿Por qué dejamos de lado a los amigos cuando nos enamoramos?

Madrid

Después de cinco años de sección, por fin 'Mitos 2.0', con Pepe Rubio y Pascual Donate, ataca la cuestión que todo grupo de amigos se hace: ¿Es cierto que desaparecemos cuando nos ennoviamos? No hay que hacer ecuaciones para confirmar o desmentir el mito. Las llamadas de los oyentes, termómetro infalible, así lo han confirmado en masa. Pero, ¿por qué desaparecemos pese a jurar amistad eterna con un pacto de sangre o con un escupitajo en la mano?

La psicóloga Andrea Vicente, autora de 'Quien bien te quiere te hará feliz' (HarperCollins), asegura que hay una explicación química: "Nuestro cerebro genera una sensación maravillosa, de euforia, de felicidad constante cuando empezamos una relación. Nuestro cerebro nos pide constantemente esa hormona, y eso lo conseguimos estando con la pareja". Según nuestra experta, ese 'flotar en el aire' puede durar "los primeros seis meses", en los que "como mucho sueles quedar una vez con los amigos".

Para Vicente, el enamoramiento puede "generar una dependencia emocional cuando dejamos nuestra felicidad en manos de la persona que acabamos de conocer". Por eso recomienda que cada individuo de la pareja mantenga sus propios hobbies, sus relaciones familiares y de amistad: "Es bastante inadecuado dejar la red de apoyo social de lado por una persona".

La psicóloga, especializada en terapias de pareja, se pone del lado de los amigos y amigas que ven desaparecer a los miembros de su cuadrilla por los flechazos de un tal Cupido y suscribe como "realista y acertado" el 'Teorema de la Campana Circular del Amigo Pringao' desarrollado, sin base científica pero con kilos de anécdotas, por el equipo de 'Mitos 2.0'.

Teorema de la campana circular del amigo pringado (o cómo el amor atrae y aleja a tus amigos en cuatro fases)

• Fase 1: "Tenemos que quedar más". Llevas meses, e incluso más de un año, sin saber de tu colega. Un día, sin venir a cuento, te escribe para tomar una caña. Todo fluye y te dice que "hay que repetirlo". Antes de dormirse te manda un mensaje para salir el próximo sábado. Empieza a quedar contigo con más frecuencia de lo predecible. ¡Alarma! Tu colega tiene problemas de pareja. Te lo dirá en la próxima quedada.
• Fase 2: "Amigos para siempre". No hay manera de quitarte de encima a ese corazón roto. Te escribe al despertar y al acostarse. Quiere hacer contigo los planes que antes hacía con su expareja, como "tarde de mantita y peli". Ha invadido tu sofá, ha vaciado tu nevera y le ha pegado fuego a tu Netflix hasta que, con dos copas de más, te dice: "Te quiero, colega".
• Fase 3: "¿Qué Tinder ni qué Tindar?". De repente, tu colega del alma, el 'post-it' de tu sombra, ha dejado de pegarse. Ya no te escribe por las noches ni te da los buenos días. ¡Alarma! Está quedando con alguien aunque te lo niegue con un "¿qué Tinder ni qué Tindar?".
• Fase 4: "Ya si eso". Se confirma lo que tú ya intuías. Sí, tu colega ha dejado de responder a tus llamadas con la rapidez de antes (pueden pasar dos días). Por fin te llega un mensaje de Whatsapp: "Lo siento, pero este sábado no puedo quedar. Tengo que ir a Burgos a la comunión de un primo segundo de mi pareja. Ya si eso, nos vemos otro día". Ese "ya si eso" significa el fin, un "que te den morcillas de Burgos".

No te enfades si ha hecho mutis por el foro. Reaparecerá en la puerta de tu casa con otro drama para volver a desaparecer más adelante con otra pareja. La historia se repite, cumpliéndose la Teoría del Eterno Retorno de Nietzsche. Y tú, si has llegado a leer hasta aquí, si no te ha asustado la cita a Nietzsche (Camus ya estaba pillado), ¿qué clase de persona eres: "pringui" o futuro desaparecido?

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P.D: Si no perteneces a ninguna de estas dos categorías, llama a tus amigos y amigas. Hay un cartel de 'Se busca' con tu cara en el bar en el que solíais quedar.