La VentanaLa Ventana a las 16h
Historia

"Cuando un familiar es un genocida no hay que honrarle": las nietas de un represor y de un represaliado hacen un emotivo ejercicio de Memoria Histórica

Gloria y Lola Esteban, nietas del republicano Manuel Muñoz Martínez, y Loreto Urraca, nieta de su represor franquista Pedro Urraca, se han reunido en 'La Ventana' para reflexionar sobre la Guerra Civil y la Memoria Histórica

La Ventana a las 16h | Una reflexión sobre la Memoria Histórica

La Ventana a las 16h | Una reflexión sobre la Memoria Histórica

14:19

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1731510464589/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Madrid

Que el lector se imagine a sí mismo en la siguiente situación: un día cualquiera descubre que un familiar, ya sea su padre o su abuelo, fue un delator, un represor o un asesino. Eso es lo que le ocurrió a Loreto Urraca Luque cuando descubrió por azar, leyendo el periódico, la verdadera identidad de un abuelo que apenas conocía llamado Pedro Urraca, apodado 'El Cazador de Rojos'.

Urraca era un agente franquista en la Francia ocupada por los nazis dedicado a cazar a republicanos exiliados que luego eran ejecutados. Fue responsable de la detención, entre otros, del presidente de la Generalitat catalana Lluís Companys y de Manuel Muñoz Martínez, parlamentario de la provincia de Cádiz en la Segunda República, que terminaron sus días ante pelotones de fusilamiento. Las nietas de Muñoz Martínez, las hermanas Lola y Gloria Esteban Muñoz, y la nieta del represor Urraca, Loreto Urraca, se han sentado juntas en La Ventana a reflexionar sobre esta historia.

Manuel Muñoz Martínez, abuelo de Gloria y Lola, fue uno de los republicanos más destacados de Cádiz, reconocido por su firmeza en defender los ideales de la Segunda República y su negativa a unirse al golpe de Estado de 1936. También fue el único Diputado que obtuvo representación en las tres legislaturas de la Segunda República. También fue director general de Seguridad en el gobierno de Manuel Azaña. Junto a su familia, fue encarcelado y, posteriormente, se exilió en Francia, donde fue capturado por la Gestapo gracias a la ayuda de Urraca, que era el representante del gobierno de Madrid de las detenciones en Francia. Finalmente, fue sometido a un consejo de Guerra, condenado a muerte y fue ejecutado en el año 1942.

Loreto Urraca, nieta de Pedro Urraca, ha relatado el impacto de descubrir que su abuelo fue uno de los agentes franquistas más activos en la persecución de republicanos exiliados. Al descubrir el oscuro pasado de su abuelo en 2008 a través de un artículo periodístico, quedó profundamente afectada. "Después de esa primera gran sorpresa siento una vergüenza tremenda. En aquel momento no supe gestionar qué iba a hacer luego. Casi esperaba que la información no fuera a más. Y durante un tiempo no hice nada más que sentir vergüenza y suponer que alguien vendría a pedirme cuentas. En mi familia nunca tuve la información porque mi padre se fue muy pequeño. Yo conocí a este abuelo brevemente con 18 años y no supe nunca cuales eran sus funciones. Pensaba que era un funcionario del Ministerio de Exteriores", ha contado Loreto.

En 2013 decidió abrir la web pedrourraca.info, donde recopila documentos históricos y listas de republicanos perseguidos. Cinco años después publicó la novela Entre hienas, en la que reconstruye la red de espionaje y represión del franquismo en Francia, apoyándose en archivos de ambos países. Ha explicado que está muy agradecida por el encuentro que ha mantenido con las hermanas. "Quiero darle las gracias a ellas dos por haberme acogido, porque voy con ese miedo de que no se me acepte. Le da sentido a lo que hago, que es denunciar a un genocida de mi familia", ha dicho.

Por su parte, Lola y Gloria Esteban Muñoz relatan cómo la historia de su abuelo dejó una marca profunda en su familia. Tras la detención de Muñoz Martínez, toda la familia sufrió el rechazo y el desprecio de la sociedad gaditana al regresar del exilio, enfrentando arrestos y represalias en su propia ciudad. Su madre tenía apenas diez años cuando la detuvieron y separaron de su familia. Fue enviada a un reformatorio, sin saber si volvería a ver a sus padres. Finalmente, lograron reunirse en un dramático canje por familiares de Queipo de Llano, pero el dolor de la pérdida quedó grabado en sus vidas, especialmente al enterarse de la muerte de uno de los hijos de Muñoz Martínez, Agustín, que falleció en prisión a los quince años.

Gloria ha recordado cómo su madre jamás pudo sanar del todo esas heridas: "Ella procuraba no hablar del tema. Cuando salía, era con un profundo dolor porque mamá terminaba llorando y decía que tenía un dolor que le acompañaba siempre porque el recuerdo la perseguía. Son episodios que una niña no puede gestionar bien". También ha elogiado a Loreto Urraca por su valentía al denunciar los actos de su abuelo. "La admiro porque encontrarse con una noticia así y empezar una reconstrucción de la identidad tan profunda es un trabajo de categoría. La investigación que ha hecho, la publicación de su libro. Es un ejemplo muy bonito, porque en este país que está tan polarizado, ya es hora de que pongamos una semilla para difuminar esa línea que nos separa unos a otros", ha contado Gloria.

La implicación de Loreto en el colectivo Historias Desobedientes, que reúne a descendientes de genocidas en España, Argentina, Alemania y otros países, le ha dado un nuevo propósito, aunque también ha recibido algunas críticas. "Durante mis años de investigación y cuando he publicado la novela he recibido críticas diciéndome que a la familia no hay que deshonrarla. Eso me reafirmaba más. Cuando un familiar es un victimario, un genocida, no hay que honrarlo", ha explicado Urraca.

Este encuentro simboliza el esfuerzo de muchas familias que buscan justicia no desde la confrontación, sino desde la comprensión y el reconocimiento mutuo. El acto oficial, que tendrá lugar el próximo jueves 14 de noviembre en el Primer Encuentro de Memoria Democrática de la Diputación de Cádiz con mesas redondas y testimonios de otras familias, tratará de ser una oportunidad única de reconstrucción histórica, donde las voces de las víctimas y sus descendientes contribuyan a, como ha afirmado Gloria Esteban Martínez, "poner una semilla para difuminar esa línea que nos separa unos a otros".

Álvaro García-Dotor

Álvaro García-Dotor

Periodista cultural. Redactor en La Ventana.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00