Código de Barras
Sociedad

Un activista contra el VIH reflexiona sobre el aumento de la enfermedad en los jóvenes: "Tacharlos de irresponsables no sirve de nada"

Oliver Marcos tenía solo 25 años cuando le diagnosticaron la enfermedad

Menos miedo al VIH, más infecciones de transmisión sexual

Madrid

La vida de Oliver Marcos, secretario general de CESIDA (Coordinadora estatal de VIH y sida), cambió radicalmente a los 25 años, cuando le diagnosticaron la enfermedad. "Me enteré porque caí enfermo, con las defensas muy bajas y me tuvieron que hospitalizar", recuerda en Código de barras. Al activista le pilló totalmente por sorpresa porque las prácticas sexuales que asumió eran de bajo riesgo, pero cree que es "un poco como la lotería, que la puedes comprar una sola vez en tu vida y te puede tocar". Años después, el educador reflexiona sobre el estigma de la enfermedad y el aumento de casos entre los jóvenes.

Más información

La vida le cambió radicalmente cuando le diagnosticaron VIH. Cuenta Marcos que estaba empezando a asumir su sexualidad como hombre gay y para él fue un palo bastante fuerte porque "estaba saliendo de un armario y de alguna manera el VIH me metía en otro". "Pasas por procesos de ansiedad, depresión, aislamiento social... poco a poco conforme vas trabajando la autoestima vas recuperando tu vida", cuenta el activista, que indica que "las mayores limitaciones que puede suponer un diagnóstico de VIH son más a nivel social".

Oliver reconoce que el estigma con la enfermedad continúa, y que uno de los principales miedos que tiene una persona que ha sufrido de VIH es "pensar quién va a querer estar con nosotros o tener sexo con nosotros cuando hemos pasado la enfermedad". "Es bastante complicado hablar del tema", indica, aunque para él no le resulta ningún problema.

Fernando Aiuti, el "científico del amor" que con un beso cambió la percepción del VIH

"Señalar a las personas jóvenes y tacharlas de irresponsables no sirve de nada"

El educador critica que la educación sexual que recibió su generación cuando eran jóvenes estaba "basada en el miedo", algo que para él "no es efectivo". "Hay muchos estudios que nos demuestran que las políticas de salud pública basadas en el miedo no tienen ningún tipo de efecto. Como sociedad hemos perdido muchas oportunidades de tener una educación sexual plena", reflexiona Marcos, que achaca a que esto contribute a que hoy en día muchas personas jóvenes "puedan tener una falsa percepción del riesgo en sus relaciones sexuales y no se preocupen del VIH u otro tipo de infección de transmisión sexual".

"Nos encontramos con informes que nos demuestran que los nuevos diagnósticos de infección de transmisión sexual se están concentrando en población joven. Deberíamos hacer una reflexión como sociedad de si está habiendo un aumento de infecciones o se están diagnosticando más, probablemente sea un aumento de ambas cosas", indica el educador, que atribuye el aumento de casos entre los jóvenes a una mayor eficacia para identificarlas y denuncia el estigma que se tiene contra ellos desde ciertos sectores de la sociedad.

"El mayor número de parejas sexuales, mayor acceso a recursos de diagnóstico precoz y una ausencia total de educación sexual integral adaptada a las necesidades de los jóvenes es el caldo de cultivo perfecto para oír noticias de que aumentan las ETS en los jóvenes. Pero no se dan soluciones para atajar la situacion ni explican de por qué se dan en jóvenes", denuncia, a la vez que declara que "señalar a las personas jóvenes y tacharlas de irresponsables no sirve de nada para cambiar unos hábitos de salud".

SIDA y VIH