"La cobra se choca contra el cristal que hay entre ella y Harrison Ford": Javier Serrano, dueño de la serpiente de Indiana Jones, revela un fallo en la película
De la cobra de Indiana Jones a la pitón de más de tres metros con la que bailó Salma Hayek: un recorrido histórico de las serpientes en el cine
Entre serpientes
Madrid
No hay nada que permita saber la razón que llevó a los pueblos antiguos a dotar del don de la sabiduría a la serpiente. Tanto en positivo, como es el caso del dios grecoromano de la medicina o como responsable de la creación del mundo y la humanidad en América Central y en China. Pero también en negativo, las religiones monoteistas le cargaron de un simbolismo que llega hasta hoy como causante del primer pecado junto a la mujer.
El cine ha aprovechado la imagen judeocristiana y ha potenciado el temor y el rechazo que hoy nos provocan. Incluso, para la adaptación cinematográfica de historias como la de El libro de la selva cambiaron la trama original, en la que la serpiente Kaa es amiga y consejera de Mowgli, para convertirla en una de sus enemigas. Las serpientes y las arañas forman el dúo favorito que más fobias encarnan en las pantallas, un ejemplo son Serpientes en el avión y la saga Anaconda.
Harrison Ford se ha encontrado con ellas en varios sets de rodaje. Tanto en Blade Runner como en Indiana Jones donde grabó en un foso con cientos de ellas. Sin correr peligro porque no eran venenosas. Aunque en la escena de En busca del arca perdida en la que mira frente a frente a los ojos de una cobra podía parecer que se exponía a más riesgos, en realidad el cine nos mentía. Javier Serrano, dueño de la serpiente, cuenta que "si te fijas bien hay un pequeño fallo en el que se ve como la cobra se choca contra el cristal que hay entre ella y Harrison Ford".
En Abierto hasta el amanecer la actriz Salma Hayek tuvo que bailar con una pitón albina de tres metros a pesar de sus miedos: "Ridley Scott me dijo que si no grababa la escena con ella le daba el papel a Madonna, así que tuve que bailar con la dichosa serpiente". El herpetologo técnico de Faunia Daniel Alviani explica que en realidad "no son animales agresivos, solo cuando se les molesta". En España, solo hay tres viboras con un veneno realmente peligroso, pero Raquel Aguilar Salmerón, coordinadora farmacéutica hospitalaria, nos tranquiliza porque los hospitales españoles cuentan con una red de antídotos que permite conseguir el tratamiento necesario para el paciente indiferentemente de su intoxicación. De todas formas, lo mejor sigue siendo no levantar piedras.