Su hat-trick ante el Manchester City ha terminado de poner en el mapa a Viktor Gyokeres, que se ha puesto a comer en la misma mesa de los Haaland, Lewandowski y compañía. El ariete sueco, con 26 años, es uno de los delanteros del momento (lleva 45 goles en 44 partidos) y está consiguiendo que el Sporting de Portugal sea uno de los equipos con más pegada. Su camino hasta el fútbol de Champions no ha sido rápido ya que empezó en su país en el IF Brommapojkarna y siguió con vaias cesiones en Brighton & Hove Albion, hasta que el Coventry City se fijó en él y le firmó en 2021. Los 38 goles que Gyokeres anotó en los 91 partidos que jugó con los Elephants le pusieron en el escaparate de los grandes equipos de Europa y empezó a ser ofrecido a varios clubes, entre ellos el Leeds United, donde el español Víctor Orta. El actual director deportivo del Sevilla, años después, reconoció, tal y como recoge el Diario AS, que no supo ver el potencial del internacional con Suecia. «Cuando estaba en Leeds United, no quise pagar 14 millones de euros por él. Casos como el de Gyökeres son las gratas sorpresas que ofrece el fútbol, esas cosas que no podemos predecir», confesó. Finalmente, el destino de Gyokeres fue el Sporting de Lisboa, que le firmó por 20 millones. Una cifra irrisoria para lo que piden por él en la actualidad, ya que cuenta con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Entre los equipos más interesados por él está el Manchester United, que acaba de fichar a Rúben Amorim, que fue técnico del delantero hasta hace unos días. Play Fútbol dedicó parte de su programa a analizar el fenómeno Gyokeres, a quien ya seguían la pista desde la temporada pasada. En su primera temporada con el Sporting de Portugal y bajo la batuta de Amorim firmó 43 goles y 14 asistencias. Y un año después ha confirmado que su rendimiento no fue flor de un día. Ahora mismo, por nivel individual, por voracidad y por amenaza, más allá de Haaland, Gyokeres es el bicho de Europa, confirmaron en los micrófonos de la SER. Un ariete que ha encajado a la perfección con Amorim que siempre ha utilizado siempre un sistema de tres centrales con carrileros, con dos centrocampistas multiusos en el centro del campo —peleones— y dos mediapuntas jugando por detrás del delantero. En este sistema, caracterizado por la movilidad sobre todo de los tres hombres de arriba, Gyokeres ha reinado. Es un delantero que cae bien a bandas, que estira bien al equipo con desmarques al espacio… un delantero capaz de hacer daño en los tres carriles de ataque.