Cada vez son más los términos que se incluyen en el diccionario del colectivo LGTBIQ+ para incluir las distintas identidades y orientaciones sexuales. Recientemente, la actriz Ana Milán ha puesto el foco en la demisexualidad. La española tiene acostumbrada a su red de seguidores a mostrarse con una gran seguridad y sinceridad. Siguiendo su estilo habitual, en una entrevista en A solas con..., el videopodcast de Vicky Martín Berrocal, Milán se ha atrevido a romper algunos tabús respecto al sexo. «Yo llegué a estar, en un momento de mi vida, casi tres años, dos años y medio, sin tener ningún tipo de sexo, ni de besos, ni nada, con nadie», comenzaba contando la actriz. Sin embargo, Milán insistía en que esto no le parece un problema, sino todo lo contrario, lo recuerda como una etapa muy tranquila. La de libros que me dio tiempo a leer, lo bien que dormía, ni un Lexatin. Tampoco pasa nada«», decía. Ha sido entonces cuando Ana Milán, a sus 51 años, se ha identificado como una persona «bastante demisexual». «El sexo por el sexo me cuesta mucho. El intercambio de fluidos me da perecita, no me gusta», explicaba. «Yo soy bastante demisexual. Tengo que estar vinculada emocionalmente a alguien para que me apetezca. El deseo yo lo tengo vinculado al amor, que esto es una putada...», señalaba Milán. La demisexualidad es una orientación sexual en la cual las personas no experimentan atracción sexual primaria —aquella que se experimenta a primera vista—a través de sentidos como la vista o el olfato, sino que requieren de una conexión emocional o afectiva con la otra persona. Esto no quiere decir que para generar atracción sexual deban establecer vínculos amorosos, ya que estos también podrían ser amistosos. Cuánto necesitan saber los demisexuales sobre una persona antes de sentirse sexualmente atraídos por ella, realmente varía de persona a persona. Tampoco hay una línea de tiempo específica sobre cuánto tiempo lleva, ni hay una forma de determinar qué califica como un vínculo cercano o fuerte, lo que genera confusión. Aun así, esto no quiere decir que las personas demisexuales sean asexuales, ya que, aunque no experimentan la atracción sexual con tanta facilidad, sí que tienen interés en mantener relaciones sexuales.