Luz
Porque, aunque lo parezca, no siempre es lo mismo "sacar a la luz" que "salir a la luz", ni es lo mismo, evidentemente, "dar luz", "dar la luz" o "dar a luz"
La palabra del día | Luz
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Madrid
La palabra luz vio la luz en la Antigua Roma -lux, en latín- y siguió la misma senda que otras como vox o pax, que cambiaron la x por z en su tránsito al castellano para acabar en voz y paz. Los primeros académicos definieron luz como "claridad, fulgor y resplandor" y concretaban: "propiamente el que difunde el sol para ilustrar el mundo". ¡Toma ya! Ilustrar el mundo... Pero la definición es precisa, porque ilustrar, illustrare en latín, era alumbrar, iluminar, aunque con el paso del tiempo quedó para referirnos a iluminar el entendimiento y la razón. De ahí la ilustración, con minúscula o con mayúscula.
No tendríamos programa suficiente para ilustrar todas las acepciones y locuciones coloquiales que nos ha dado la luz. Con ella hemos nombrado históricamente al ilustre o al individuo de pocas luces, y más recientemente, tras la invención del automóvil y del semáforo, las luces largas o cortas, la luz verde o roja, nos han servido de metáforas para nombrar las diferentes formas de mirar el futuro o para referirnos a lo permitido o a lo prohibido. Tanta es su riqueza, que debemos escoger bien la joya parta no equivocarnos. Porque, aunque lo parezca, no siempre es lo mismo "sacar a la luz" que "salir a la luz", ni es lo mismo, evidentemente, "dar luz", "dar la luz" o "dar a luz".