Asier Etxeandia: "Me encanta que en mis shows haya alguien que se levante y se vaya"

A sus casi cincuenta años, el actor bilbaíno ha dedicado casi toda su carrera a el mundo de la interpretación, pero desde hace seis años comenzó también su carrera musical. Junto a Enrico Barbaro, integra desde 2018 el grupo Mastodonte. Este viernes 29 de noviembre vuelven con un nuevo álbum titulado Belleza y perdón: "Son como dos conceptos que me emocionan mucho y que me doy cuenta de que me hacen llorar".

"La belleza me conmueve, no la belleza estereotipo, sino la belleza de las pequeñas cosas, la naturaleza de los momentos que a mí me parecen hermosos, hacen que crea mucho más en la vida y que tenga esperanza en el ser humano. El perdón también es algo que me conmueve profundamente, aunque también es algo difícil de conseguir... Después de los años convulsos que hemos tenido con toda la mierda del COVID, pues sobrevivir también en la música fue como jodido, tocamos un poco fondo y entonces pues por eso decidimos hacer directamente un disco de autoayuda", afirmaba Asier.

Los shows de Mastodonte siempre han sido polémicos por intentar caracterizar y asemejarse a un ritual con un concepto religioso: "El show está basado como en un ritual, yo soy un poco predicador, es como si fuera misa de una. Ese concepto de ritual, es lo que puede pasar en una sinagoga o una iglesia, pero ocurre en un concierto y es una especie de ritual para los desesperados... La gente se escandalizaba pero ya no me da pena, ya me conocen. A mí me encanta que haya alguien se levante y se vaya, aunque ya sabe la gente a lo que viene y les encanta".

Asier Etxeandia puede presumir de haberlo hecho casi todo. Cine, teatro, televisión, música... Sus trabajos en La Novia (2015) y en Dolor y Gloria (2019) le han valido para ser nominado en dos ocasiones a los Premios Goya. Asier guarda muy buen recuerdo del rodaje de Dolor y Gloria donde coincidió, entre otros, con Antonio Banderas: “Antonio es un pedazo de tío, es un pedazo de caballero, un pedazo de compañero, a mí a mí me encantó estar con él. Me cuidó mogollón, recuerdo que ensayábamos en su hotel y todo... Es un tío estupendo, de verdad que sí".

Raúl le ha recordado a Asier cuando fue chico Almodóvar por primera vez, aunque la escena en la que participó en Los abrazos rotos finalmente no se emitió. Más adelante, Asier se quitaría la espinita de trabajar con Pedro gracias a su papel como Alberto Crespo en Dolor y Gloria: “Yo a Pedro le pillé en un momento precioso, muy tranquilito y yo la verdad que flipé con él. Yo estaba cagado por hacer el papel, por estar a la altura y la verdad es que luego fue todo sobre ruedas. No tengo ninguna pega... Yo a Pedro le admiro mucho y le quiero", declaraba.

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Antes de comenzar su carrera profesional, Asier trabajó en un sex shop de dependiente. Llegó a ostentar el récord de más vibradores vendidos en un solo día para llegar a una caja de 2.400 euros. "Era un crack vendiendo, aunque creo que la impunidad de que era virgen ayudó, que fíjate cómo es la vida, trabajando en un sex shop vendiendo y resulta que el tendero es virgen. Yo es que fui muy tardío con esto del sexo. Tenía 19 años, estaba traumatizado, luego no quise parar nunca. Entonces lo que decía, yo creo que la impunidad y la inocencia ayudó. Yo vendía vibradores como si fueran patatas". La reacción de Raúl, ante este gracioso recuerdo de Asier, ha sido imitando a Matías Prats: Como diría Matías, me imagino que los dueños de la empresa estarían contigo satisfyer".