De comentar Fórmula 1 a ganar una estrella Michelín: la historia del cocinero Manu Franco
Franco recibe su primera estrella Michelin con un restaurante que lleva el nombre de su padre y homenajea su pasado familiar en Valdemorillo
De comentar Fórmula 1 a ganar una estrella Michelín: la historia del cocinero Manu Franco
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Madrid
La noche del martes, el Auditorio de Congresos Víctor Villegas de Murcia fue el escenario de uno de los eventos más esperados en el mundo gastronómico: la entrega de las estrellas Michelin 2025. En total, 36 nuevos galardones fueron otorgados, y uno de los más emocionantes fue el que reconoció a La Casa de Manolo Franco en Valdemorillo con su primera estrella Michelin. Este logro es el resultado de un cambio radical en la vida de Manu Franco, un hombre que durante 20 años fue comentarista de Fórmula 1 y que, tras un giro personal, dejó atrás los micrófonos para abrazar la cocina y el restaurante familiar.
Franco, que durante 20 años estuvo vinculado al mundo del motor, ha relatado en La Ventana cómo tomó la decisión de abandonar los micrófonos: "Era un cúmulo de circunstancias, pero hay un momento que es el más importante. En 2018 estuve 230 días fuera de casa, y hubo una noche, de madrugada, cuando una de mis hijas, que tenía 9 años, se despertó, me cogió de la pierna y me dijo: 'Papá, no te vayas, que hay accidentes de avión, papá no te vayas, por favor'. Ahí fue cuando hice un clic y pensé: 'Esto ya no puede seguir así'".
Manu Franco ha recordado con emoción el momento en el que recibió la noticia de que había recibido una estrella Michelin. "Lloré antes de que me dijeran que tenía una estrella. Hasta el mismo momento en el que dicen tu nombre, no sabes que te la van a dar. Lloré por dentro, estaba haciendo muchos esfuerzos por no llorar", ha confesado. Sin embargo, ayer hubo un gesto que lo conmovió aún más: "Tengo que decir que el momento en el que lloré mucho fue cuando recibí la llamada de una compañera de La Ventana para decirme que hoy iba a estar aquí. Fue un momento muy especial", ha explicado.
El camino hacia el éxito no fue fácil. Franco ha recordado los sacrificios de sus padres, que enfrentaron dificultades económicas al abrir el negocio. En 2018, tras una gran reforma, transformó el pequeño bar familiar en el restaurante de alta cocina que hoy lleva el nombre de su padre: La Casa de Manolo Franco.
Franco también compartió las dificultades económicas que enfrentó a lo largo del camino: "Es cierto que nos ha costado mucho: pasamos la pandemia, la subida de precios por la guerra de Rusia y Ucrania, Filomena... Pero poco a poco, paso a paso, estamos aquí con nuestra estrella Michelin", ha asegurado. "Este año no estaba pendiente de la estrella. Ha pasado de ser un objetivo a ser una ilusión. Lo que me importa es que el cliente que venga aquí se vaya feliz. Lo más importante es el cliente, y sin buscarla tanto, la estrella ha llegado, pero cuesta mucho", ha finalizado Franco.