La coincidencia del calendario: las decisiones judiciales sobre el gobierno de Sánchez que llegaron en fechas muy concretas

Madrid

Ha sido un clásico de esta legislatura: la cronología de las causas judiciales que sobrevuelan al Gobierno y al entorno del presidente han coincidido con hitos políticos de relevancia. Si nos fijamos en los independentistas, socios fundamentales del PSOE para poder tener una mayoría parlamentaria, en noviembre de 2023 el juez García Castellón imputó a Marta Rovira y Carles Puigdemont por terrorismo en el caso Tsunami. El magistrado lo hacía días antes de empezar la negociación por la amnistía y solo una semana después de que Pedro Sánchez fuese investido como presidente del Ejecutivo en el Congreso de los Diputados. Una causa en la que apenas se habían practicado diligencias hasta la fecha y que se reactivó al son de los acontecimientos políticos recientes y los que estaban por llegar: un largo trámite para dar luz verde definitiva a la amnistía en mayo de este año.

El caso Begoña Gómez también ha ido de la mano de fechas marcadas en el calendario político. Su primera imputación llegó el 5 de junio a solo cuatro días de la elecciones europeas. Mes y medio después, Pedro Sánchez declaraba en el Palacio de la Moncloa ante el juez Peinado un 30 de julio, momento en el que también se celebraba el Consejo de Ministros y solo un día antes del tradicional balance del curso político antes de agosto.

Si pasamos hojas del calendario y llegamos a octubre, vemos como el juez Peinado volvió a tomar decisiones en la que causa que investiga en momentos políticos muy concretos: citó a Begoña Gómez para el 29 de ese mes, cuando ella estaba en la India de viaje oficial, por lo que la volvió a citar para el 18 de noviembre coincidiendo con un encuentro del G-20 que se celebraba en Brasil. Ella pidió un aplazamiento porque viajaba a ese cónclave.

Pero las coincidencias políticas y judiciales han ido a más en los últimos días. Hace una semana, el Congreso de los Diputados convalidaba una reforma fiscal que hizo tambalear la legislatura tras unas durísimas e intensas negociaciones entre el Gobierno y sus socios, Teresa Ribera era elegida vicepresidenta de la Comisión Europea después de los intentos del PP de boicotear su candidatura; y ese mismo día, Víctor de Aldama acusaba a medio Gobierno de cobrar mordidas sin aportar ni una sola prueba y quedando en libertad con medidas cautelares.

Pero la traca final de estas coincidencias ha llegado esta semana: los movimientos judiciales han alterado la tranquilidad que se preveía en el seno del PSOE para el Congreso de este fin de semana. El caso de revelación de secretos que afecta al fiscal general del Estado, y que se ha llevado por delante a Juan Lobato provocando un cisma con Ferraz y la Moncloa; así como la imputación del hermano del presidente del Gobierno, a pesar de que la UCO no ha encontrado material sensible, han alterado los planes de un partido que busca la unidad mientras esquiva coincidencias.