De marcar los dos penaltis en la final del Mundial a renunciar a lanzarlos en el Madrid: "Mbappé asume que no está bien y por ahí puede empezar a crecer"
¿Altruismo o falta de confianza? Algo pasa con Kylian Mbappé
De marcar los dos penaltis en la final del Mundial a renunciar a lanzarlos en el Madrid: "Con el Bernabéu a sus pies, Mbappé dice que no lo tira"
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Algo pasa con Mbappé. Esta frase se repite contínuamente desde que el francés llegó a nuestra liga este verano. El delantero del Real Madrid no encuentra su mejor versión y cada decisión que toma sobre el césped es cuestionada con lupa. La última, su renuncia a lanzar el penalti este fin de semana ante el Getafe. "Lo vemos como un acto de responsabilidad y altruismo", dijo Carlo Ancelotti en rueda de prensa, pero la realidad es que este gesto esconde algo más que compañerismo. Mbappé ha llegado al Bernabéu para completar a un Madrid casi perfecto, pero su actitud sobre el campo le alejan de ser el líder que se esperaba y que habíamos visto cuando vestía la camiseta del PSG o de la selección francesa. Ha pasado de meter el codo a Neymar, Messi o Cavani y marcar los dos penaltis de la final del último Mundial a renunciarlos con la camiseta blanca.
El sanedrín de El Larguero ha puesto sobre la mesa la falta de confianza que Mbappé muestra con estos actos. Falló la pena máxima ante el Liverpool y cuando tuvo la opción de lanzarlo ante el Getafe —porque era el elegido por Ancelotti ante la ausencia de Vinicius— decidió dárselo a Bellingham. Minutos después, el árbitro pitó otro penalti y tuvieron que ser sus compañeros los que le animaron para chutarlo. El VAR le quitó del aprieto. "Está pasando por un momento muy malo. Y eso lo demostró el otro día. (...) En el primero puedes decir que viene de fallar el penalti de Anfield... pero es que el segundo, que tampoco lo quiere tirar, viene después de marcar un golazo en su estadio y de que todo el mundo le aplaude y le corea su nombre. Tiene al Bernabéu a sus pies, y en ese escenario, Mbappé vuelve a darle la pelota a Rodrygo y le dice que no lo tira. Eso demuestra un problema gravísimo de confianza. Y para mí demuestra una cosa mayor y es que no es lo que nos habían vendido", señala Julio Pulido.
Ancelotti le echó un capote y aplaudió su "altruismo", así como Iturralde González, árbitro de Carrusel, que aseguró que también es tener personalidad decir que no estás cómodo como para ser el encargado de lanzar el penalti. Sin embargo, esta mentalidad choca con la de las grandes estrellas. Hemos visto a Messi ceder lanzamientos a Luis Suárez, Neymar y compañía pero porque tenía la barriga llena de marcar goles, pero Cristiano Ronaldo, Maradona y muchos nombres top no dejaban que nadie marcase un gol desde los 11 metros mientras ellos estuvieran en el campo. "Eres Mbappé, el mejor jugador del mundo, te ha fichado el Real Madrid para marcar las diferencias, te ha designado Ancelotti para lanzar los penaltis...". Llevar el 9 de la camiseta blanca y ser el fichaje más esperado de los últimos siete años te obliga, prácticamente, a lanzar los penales. Por ello, su falta de confianza, o dicho de otra manera, su aceptación de que no está en su mejor momento —más aún sabiendo que estas ocasiones no las dejaba pasar en anteriores temporadas—, hacen sonar las alarmas del madridismo.
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¿Está Mbappé para ser titular en el Madrid si no confía en su estado de forma para lanzar los penaltis? ¿Si un jugador no está bien tiene que acabar pidiendo a su entrenador que le deje en el banquillo? Son algunas de las preguntas que se hacen los integrantes de El sanedrín de El Larguero. "Cuando alguien no está bien en su trabajo, seas lo que seas en la vida, lo mejor es asumirlo. Lo que hace es asumir que no está bien. Por ahí puede empezar a crecer", señala Javier Herráez, periodista que sigue el día a día de los jugadores madridistas. Sus compañeros le arropan, se vio este domingo en el Bernabéu, pero la mochila del de Bondy pesa mucho: no termina de encajar en su nueva casa y los problemas extradeportivos se acumulan. La vinculación mediática con un caso de violanción en Estocolmo, el enfrentamiento con el PSG en los juzgados y su paso a un lado en las convocatorias de la selección francesa pueden ser los frentes abiertos que le están afectando en su rendimiento deportivo. "¿No lo has pasado nunca mal? Él lo está pasando mal. Seas futbolista, ganes millones, seas artista, cantante, lo que sea... lo pasas mal", añade Herraéz.
Además de las expectativas generadas, el francés no termina de encontrar su hueco en la pizarra de Ancelotti, y estos tres partidos son vitales para demostrar que merece jugar en la posición de Vinicus, actualmente lesionado. La banda izquierda es ahora para él, pero está lejos del rendimiento que aporta el brasileño. Lo que significa un peso más en su mochila. En Leganés jugó bien, pero contra el Liverpool naufragó y ante el Getafe mostró sus temores. Un duelo, contra los azulones, en los que Mbappé podía haber dado un paso al frente y haberse quitado la espina de su penalti errado en Anfield que tanto le escuece. No lo hizo y ahora será San Mamés el escenario que comprobará si el crack que no se atrevió a lanzar una pena máxima con todo su público aplaudiéndole es capaz convertirse en líder en uno de los campos que más aprietan de España, o simplemente seguirá siendo "altruista", como lo fue Bebeto con Djukic aquel 14 de mayo de 1994.
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Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...