Charles Manson IV: el juicio a su “familia"
Félix Martín, fiscal de 'Si amanece', abre el Juzgado de Guardia con la cuarta y última parte de la historia de Charles Manson, el juicio después de los crímenes de Cielo Drive de 1969
Charles Manson: la reencarnación del mal IV
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Mientras Félix Martín investigaba sobre el juicio a Charles Manson y a su 'familia', le llamó la atención saber cómo se contó el juicio en un país como España que en esa época vivía todavía una dictadura. Encontró entonces, buceando en el archivo de RTVE, una noticia sobre el desarrollo del juicio narrada por el entonces corresponsal de Televisión Española en Estados Unidos Jesús Hermida.
¿En qué pruebas se apoyó el fiscal para sostener la acusación contra Manson y sus secuaces?
Prueba secundaria: la imprudencia de una de las chicas de 'la familia Manson' autora material, Susan Atkins. Les había contado a sus compañeras de celda todos los detalles de las noches de los crímenes, detallando datos que sólo podía saber quién hubiera estado allí. No obstante en el juicio se retractó diciendo que no era cierto lo que había contado.
La prueba estrella fue el pacto con otra testigo: Linda Kasabian, la testigo perfecta, presente durante los asesinatos de Tate y Labianca pero que no tenía las manos manchadas de sangre. Aunque en teoría también debería ser juzgada, le ofrecieron un trato en el que obtenía inmunidad a cambio de su testimonio. Estaba embarazada y ese pudo ser el motivo para que aceptara el acuerdo.
¿En qué se basó el fiscal del juicio para sostener la acusación de Manson?
En la teoría de la autoría mediata o intelectual, es decir usar a otras personas como instrumento tuyo para cometer el delito. Fue él quien reveló al público la teoría del Helter Skelter, que se convertía según su visión en el motivo principal para los crímenes, violencia desatada para intentar provocar una guerra racial y por tanto, "razón" de Manson para ordenar las matanzas.
Además el fiscal se guardó un as en la manga muy inteligente: sacó un testigo estrella: nada más y nada menos que el traficante al que Charlie había disparado y dado por muerto en el primer acto criminal del verano de 1969, ¿por qué fue importante?, creó un contexto que impactó al jurado. Manson sí era capaz de empuñar un arma con sus propias manos.
¿Qué pasó con la opinión pública?
Una parte conservadora aprovechaba la ocasión para cargar las tintas sobre todo lo revolucionario que pudiera haber habido en los sesenta. Como reacción, otros se erigieron en defensores de Manson y su grupo, en los que veían un grupo de hippies víctimas del sistema a los que el establishment quería destruir. Por un lado estaba la portada de Life con Charlie con ojos de loco; por otro, las imágenes de Charlie detenido, con barba y pelo largo, rodeado de policías y agentes de seguridad, una viva metáfora del choque cultural que vivía el país.
Muchas veces no parecía un juicio, sino un show de televisión:
1. En junio de 1970 empezó el juicio contra Susan, Patricia, Leslie y Charlie, por delitos de asesinato y conspiración. Tex Watson seguía detenido en su Texas natal, y pasaría tiempo antes de que fuera trasladado y juzgado en California.
2 A las sesiones del juicio era muy frecuente que acudiera como público personas famosas como Jack Nicholson y Dennis Hopper, que llegó a entrevistarse con Manson.
3. Las acusadas durante el juicio constantemente se reían, cantaban canciones compuestas por Charlie y aparecían joviales y relajadas como en un festival, como ajenas a lo que estaba pasando.
4. Integrantes de la secta de Manson después de ser expulsados como público empezaron a organizar vigilias en la puerta del juzgado durante todo el juicio.
El comportamiento de Manson fue excéntrico y de líder, luciendo en ocasiones un chaleco confeccionado para él por las chicas de la familia con su propio pelo, las otras encausadas le imitaban en todo lo que hacía.
Una mañana apareció con una cruz grabada en la frente con algún elemento afilado, que después se convertiría en una esvástica. Al día siguiente las tres chicas lucían sus respectivas cruces. Si se daba la vuelta ante el jurado, las chicas hacían lo propio. Si se ponían en gesto de crucifixión quejándose del trato del sistema, ellas hacían lo mismo.
El veredicto
En enero de 1971, después de 42 horas de deliberación, el jurado declaró a todos los acusados culpables de asesinato. Dos meses después, serían condenados a muerte. En protesta por la petición de pena capital, las chicas se habían rapado la cabeza, algo que imitaron algunos miembros del grupo en libertad. En octubre de ese mismo año, Tex Watson recibió la misma condena, en un juicio separado.
Dentro de prisión cada uno de los implicados se tomó su condena, convertida en cadena perpetua, de forma muy diferente.
Con el paso de los años Susan, Patricia y Leslie acabaron renegando de Manson, de la familia y pidiendo perdón por sus crímenes. Lo mismo le sucedió a Tex. Sus peticiones de obtener la condicional han sido denegadas una y otra vez, incluso las de Leslie Van Houten, la condenada que parecía tener más posibilidades de conseguir la libertad.
Charlie jamás ha demostrado arrepentimiento. En las entrevistas que ha concedido a distintos medios su discurso se vertebra como un amalgama de desvaríos, ecologismo de pandereta y filosofía mezcla gótica y new age de bolsillo. Recibía más de 20.000 cartas al año con abundantes ofertas de matrimonio, publicó más discos, músicos versionaron sus temas y otros artistas como Marilyn Manson le hicieron un guiño asumiendo en su nombre artístico su apellido.