El hijo de Francesc Arnau se pone de portero siendo lateral, elimina al Girona y tiene claro de quién se acuerda: "Ha sido gracias a mi padre. Es un ángel que tengo en el cielo"

Pol Arnau ha protagonizado la gran historia de la noche en la Copa del Rey tras pararle un penalti a Abel Ruiz

Cadena SER05/12/2024 - 00:53 UTC

Logroño

La Unión Deportiva Logroñés, de Segunda RFEF, eliminó este miércoles de la Copa del Rey al Girona, al ganarle en una tanda de penaltis en la que jugó como portero el lateral izquierdo Pol Arnau, hijo del fallecido exguardameta Francesc Arnau, por la lesión del titular, Kike Royo. El gran héroe del partido atendió al micrófono de 'El Larguero' desde el mismo verde donde siempre se recordará su nombre, el de Las Gaunas.

Pol Arnau se puso los guantes de portero a pesar de lateral derecho como si fuera una fiel reencarnación de Francesc, leyenda de las porterías en el fútbol español. Como no podía ser de otra forma, durante todo momento su hijo lo tuvo presente. "Antes y durante de ponerme en la portería, me ha venido mi padre a la cabeza. Sigo pensando en él cada partido. Tengo claro que esto ha sido gracias a él y también que tengo a un ángel en el cielo que me ayuda", aseguró emocionado desde el mítico estadio de Las Gaunas con Rubén Domingos, compañero de SER La Rioja.

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Ver a un lateral izquierdo como portero no es nada habitual. Este suceso se ha dado después de que se lesionase el portero y la Unión Deportiva Logroñés no tuviese cambios disponibles. En ese momento, Pol Arnau se fue directamente a por su entrenador a pedirle que debía ser él el guardameta hasta el final del partido. Incomprensiblemente, el Girona apenas tiró a puerta, y tampoco "probó" al inexperto Arnau; al contrario, el joven portero se llevó tres balones fáciles y no pasó más apuros, gracias a que estuvo bien resguardado por sus compañeros, que, incluso pudieron marcar en dos buenas ocasiones de Pau y Madrazo. Así llegaron los penaltis y el Girona terminó de culminar un auténtico borrón con dos errores que le dejan fuera de la Copa. Pol Arnau fue el héroe inesperado del equipo riojano.

"Me he ido al banquillo y le dije al míster que me pusiera a mí. Le he insistido tanto que me ha tenido que poner", admite entre risas el joven de tan solo 19 años que explica que esta tradición familiar de ser portero, tal y como lo fue su padre y tal y como lo es actualmente su hermano, también lo tuvo a él como protagonista en la infancia. Sin embargo, fue su padre quien le pidió en su momento que no fuese portero: "En el colegio había jugado alguna vez como portero. Me puse todo el entrenamiento de portero y mi padre me echó una bronca después de ese entrenamiento, que no quise volver a jugar".

Arnau aseguró también que son "muchas" las "emociones que pasan por su cabeza" después de vivir un momento tan surrealista como novedoso al ponerse los guantes de portero. Una noche histórica en Las Gaunas, una más, que a pesar de su larga historia nunca había vivido una experiencia como esta. Tanto a la afición riojana como al propio jugador, como él mismo admite, no van a poder dormir a pierna suelta después de vivir tantas emociones.