Ciencia y tecnología

Captan el mayor evento de depredación jamás observado en el océano

Científicos del MIT y del Instituto Noruego de Investigación Marina han captado un choque tremendo entre dos especies marinas

Agrupación de capelanes / Paul Souders

El estudio de los océanos y mares supone un reto mayúsculo para los investigadores por la inmensidad de su extensión, por lo que el avance tecnológico juega un papel crucial para los oceanógrafos en su objetivo de preservación del entorno marino. El estudio de los comportamientos de su fauna se antoja clave para tal meta, pues los fenómenos que se están produciendo derivados del calentamiento global condicionan el devenir de muchas especies, pudiendo incluso poner en peligro el equilibrio de la naturaleza que se encuentra bajo el agua y que afecta también a la superficie.

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Por todo ello, se implementan nuevos sistemas de observación capaces de monitorizar los movimientos y comportamientos de algunas especies, dejando estampas absolutamente increíbles. Una de las tecnologías más recientes para ese propósito es la Ocean Acoustic Waveguide Remote Sensing (OAWRS), que sirve para mapear grandes agrupaciones de peces, miles de kilómetros cuadrados de extensión, gracias a la captación de las frecuencias sonoras que emiten estos en sus movimientos y la interacción con el entorno y diferentes especies.

De esta forma, un estudio llevado a cabo en el mar de Barents por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su nombre en inglés) y del Instituto Noruego de Investigación Marina ha captado uno de loe eventos más espectaculares jamás observado por los científicos. Sus protagonistas han sido unos cuantos millones de capelanes ('Mallotus villosus') y otros tantos de bacalaos ('Gadus morhua'), una lucha de supervivencia y depredación por partes iguales.

Agrupación de bacalaos ('Gadus morhua').

Agrupación de bacalaos ('Gadus morhua'). / Ed Reschke

Agrupación de bacalaos ('Gadus morhua').

Agrupación de bacalaos ('Gadus morhua'). / Ed Reschke

Un choque con millones de peces

El capelán es un pez de pequeño tamaño que se antoja clave para el ecosistema marino, ya que es uno de los sustentos de especies como el propio bacalao, las focas y varias aves marinas, por lo que su estudio es crucial debido al cambio de comportamiento que está generando que cada vez tengan que recorrer trayectos más grandes para encontrar sus mejores zonas para poner huevos, lo que les pone en peligro ante los depredadores antes de que se puedan reproducir y genera un conflicto para la supervivencia de la especie, con lo que ello supondría para el sustento general.

En este contexto, científicos del MIT y del Instituto Noruego de Investigación Marina, a través de la tecnología OAWRS y técnicas multiespectrales, pudieron observar un fenómeno tremendo. Una agrupación gigantesca de capelanes buscaba un buen sitio para depositar sus huevos en la costa noruega, y en un movimiento defensivo ante los depredadores, formaron un banco que los investigadores estiman sería de 23 millones de peces, ocupando alrededor de 10 kilómetros de largo. Claro, esto atrajo al hambriento bacalao, que se relamía ante tal banquete.

Por su parte, pero de manera ofensiva, unos 2,5 millones de bacalaos hicieron lo propio y también formaron una columna. Fue un choque de trenes en el que el grupo depredador, ante el mayor tamaño de sus integrantes, conseguiría cazar casi el 50% de los capelanes reunidos, los investigadores calculan que alrededor de 10,6 millones. Un movimiento sin precedentes de observación que pone de manifiesto la interacción de la fauna marina entre dos especies clave para la supervivencia del entorno, con comportamientos que van cambiando, para preocupación de los expertos.