Sociedad

Adiós a los abrelatas: el trucazo para abrir una lata 'en cero coma' que siempre funciona

Nos despedimos de ese momento incómodo en el que queremos abrir una lata y no tenemos abridor a mano

Abrelatas / Kinga Krzeminska

A todos nos ha pasado alguna vez. Estás en casa, con amigos o en soledad, y tienes pensado comer algo que está enlatado. Normalmente, te confías, la coges y te dispones a sacar su contenido, pero al abrir el cajón no encuentras el abridor. Se da ahí un momento incómodo en el que buscas por todos lados, preguntas si estás en compañía si lo han visto y empiezas a preguntarte, "¿realmente tenía un abrelatas?". Este es un utensilio de los que siempre se cree que tienes uno, pero cada vez se está perdiendo más.

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Los productos enlatados ahora suelen llevar una especie de anilla que facilita su apertura, pero aún quedan muchos que no la tienen y se puede producir un momento complicado, es más, muchas veces esas que llevan el 'abrefácil' se suelen romper y comienza el tiempo de buscar alternativas, usar el ingenio y probar con todo tipo de objetos para salir de ese pequeño atolladero. Lo más común es buscar un cuchillo, pero además de tener su riesgo, no es lo mejor que puedes usar. Hay un truco de lo más práctico que cuenta con algo que tenemos todos en casa.

Una cuchara y a comer

No necesitas cuchillos, golpes ni bajar a una tienda a comprar un abrelatas de emergencia. Con una cuchara, un poco de cuidado y algo de paciencia, problema solucionado. Sí, una simple cuchara y unos sencillos pasos a seguir. Empiezas agarrándola y apoyando la punta en el borde de la zona de apertura de la lata, haces presión sobre este y frotas rápidamente hasta que llegue el momento en el que el aluminio empieza a ceder. Lo hará, no te preocupes.

Esto lo tienes que realizar hasta que se haga una pequeña obertura en el metal, es el momento de incrustar el cubierto dentro de este y moverlo delante y atrás. Ahí empezará a rajarse la lata, tan solo tienes que seguir haciéndolo siguiendo el borde hasta que consigas abrirla totalmente o lo suficiente para sacar el contenido de la misma. Todo ello extremando precauciones, porque puedes cortarte.

Una cuchara y una lata

Una cuchara y una lata / Christian Zachariasen

Una cuchara y una lata

Una cuchara y una lata / Christian Zachariasen

Y se acabó, no tiene más misterio. En unos pocos minutos tendrás abierta tu lata y podrás disfrutar de tu comida y seguir tu vida. No nos alarmemos, siempre hay una solución para todo, tan solo hay que tener un poco de tranquilidad para encontrarla. Si es que quien no se apaña es porque no quiere.