El alegato de una psicóloga para poner en valor la mediocridad: "Es estar en el medio, ni el último de la fila, ni el primero"

Desde pequeños nos acostumbramos a movernos en ambientes muy competitivos. En el colegio, se premia a los que mejores notas sacan y en el deporte, a los que marcan goles o consiguen trofeos. En el mundo individualista en el que vivimos, en el que cada vez más medimos nuestro éxito por las cosas que logramos, los colaboradores de Hoy por Hoy, Pepe Rubio y Sergio Castro, nos proponen desmentir el mito de ser 'números uno' en Mitos 2.0.

La semana pasada conocíamos que el programa dirigido por Àngels Barceló volvía a lograr unos datos impresionantes, manteniéndose como el más escuchado de España con 3.080.000 oyentes. Por eso, los colaboradores aprovechaban el éxito que sigue cosechando el programa para, invitaban a Barceló a reflexionar sobre qué hubiese ocurrido si hubiese quedado segundo o tercero. ¿No ser el primero de España, en lo que sea, es ser un fracasado?

Para debatir sobre lo que significa el éxito, la obsesión con ser los mejores y las frustraciones que acompañan a los que no logran sus objetivos, han contado con la ayuda de la psicóloga Patricia Ramírez. "Hemos equivocado el tiro con el tema de la autoestima. Pensamos que nuestra valía personal depende de estar todo el día compitiendo, de hacer muchas cosas y ser el número uno. Pero como el número uno indica, solo hay uno", decía la experta.

El poder de la mediocridad

Por esto, Ramírez es clara sobre lo que para ella significa el éxito: "Vivir de forma coherente con tu escala de valores". La psicóloga explica que, mientras para algunos el éxito se traduce en seguir ascendiendo y llegar a ser el primero, para otros es vivir con serenidad sin llegar a ser perfectos, sintiéndose cómodos en esa mediocridad. "La mediocridad es estar en el medio. En esa campana de Gauss no hay que estar ni el último de la final, ni el primero", contaba.

Para Patricia Ramírez, el problema del éxito está en las expectativas y en cómo lo definimos. "Si la gente define el éxito en función de lo que consigue o de lo que quiere conseguir, en lugar del proceso, entonces va a fracasar seguro. Tenemos que intentar definir nuestros procesos, no los resultados"explicaba.

La experta hace un alegato para poner en valor otros aspectos para medir el éxito como el amor o la generosidad. "Si somos capaces de darnos cuenta de que nuestro valor como personas está en los valores que tenemos con los demás, en hacer de forma responsable nuestro trabajo y en tratar de tener un poco de paz, podemos ser exitosas muchísimas personas", sentenciaba.