¿Felices para siempre? Un estudio expone el peligro al que se expondrían las princesas Disney en la vida real
Los autores señalan que la empresa de entretenimiento debería implementar medidas para proteger el bienestar de sus personajes, como fomentar la atención plena y la capacitación en convivencia con animales
Las princesas Disney no vivirían felices y comerían perdices: estos son los problemas de salud que tendrían, según un estudio
Disney ha enseñado a millones de niñas y niños que sus princesas siempre viven "felices para siempre". Sin embargo, podrían enfrentar graves riesgos para la salud en la vida real. Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores neerlandeses que han comentado Àngels Barceló y José Luis Sastre durante el Mapa de Sonidos de 'Hoy por Hoy'. Sanne van Dijk, Michael Bui y Anouk Eijkelboom analizaron las condiciones de vida de Blancanieves, Jasmín, Bella, Cenicienta, Pocahontas, Aurora, Mulán y Rapunzel, y encontraron que muchas de ellas estarían expuestas a problemas de salud física y mental significativos.
Aislamiento social y sus consecuencias: Blancanieves y Jasmín
Blancanieves, atrapada como sirvienta de su madrastra, tiene una vida marcada por el aislamiento social. Este factor, advierten los autores, podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, depresión y ansiedad. Aunque encuentra cierta compañía con los siete enanitos, su historia también incluye un peligro evidente: la famosa manzana envenenada que casi acaba con su vida.
Jasmín, de Aladdín, también vive en soledad. Crecer aislada en el palacio, sin amigos, podría afectar su salud mental. Además, su tigre mascota, Rajah, representa un peligro tanto por infecciones zoonóticas (enfermedad infecciosa que pasa de un animal a un humano) como por la posibilidad de que su instinto provoque situaciones fatales.
Problemas ambientales: Cenicienta y Pocahontas
Cenicienta, constantemente expuesta al polvo mientras realiza tareas domésticas, estaría en riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares. A esto se suma el peligro que supone la purpurina mágica de su hada madrina, compuesta por microplásticos que podrían dañar sus pulmones. Según los investigadores, más que un príncipe, Cenicienta necesitaría un tratamiento respiratorio para asegurar su bienestar.
Por otro lado, Pocahontas enfrenta desafíos físicos extremos en su historia. Su salto desde un acantilado de 252 metros, destacado en la película, sería catastrófico en la vida real. Los investigadores explican que un salto de esa magnitud no terminaría en una melodía armoniosa con la naturaleza, sino en múltiples fracturas.
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Sueño prolongado y sus riesgos: Aurora
Aurora, conocida como La Bella Durmiente, también estaría en peligro en un contexto realista. Su largo sueño la expondría a riesgos como obesidad, enfermedades cardiovasculares y atrofia muscular. Además, el reposo prolongado podría ocasionarle úlceras por presión. Aunque el príncipe Felipe despierta a Aurora con un beso, el estudio señala que este acto sería problemático bajo las normas sociales actuales, ya que no cuenta con el consentimiento de la princesa.
Presión social y daños físicos: Mulán y Rapunzel
Mulán, aclamada por su valentía y liderazgo, enfrenta presiones familiares y sociales para preservar el honor de su familia. Estas tensiones, asociadas con la violencia basada en el honor, podrían contribuir a problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Según los investigadores, Mulán no solo lucha en el campo de batalla, sino también contra las expectativas impuestas sobre ella.
Por su parte, Rapunzel sufriría las consecuencias físicas de su emblemático cabello largo. Los tirones constantes a su trenza podrían provocarle alopecia por tracción, una condición que daña los folículos capilares, causando dolores de cabeza, dolor en el cuero cabelludo y pérdida permanente de cabello.
El estudio concluye que Disney debería considerar incluir medidas que promuevan el bienestar en sus relatos. Entre las sugerencias destacan la atención plena, la psicoterapia y la capacitación en la convivencia con animales. Además, proponen que las historias aborden temas como la salud mental y física de manera más explícita, para fomentar una imagen más realista y saludable de sus personajes.
Aunque las princesas Disney son figuras ficticias, los investigadores sostienen que sus historias reflejan ideales culturales que pueden influir en las expectativas de las personas, especialmente en niñas y jóvenes. La idea de un "felices para siempre" podría reimaginarse para incluir no solo finales felices, sino también protagonistas que prioricen su salud y bienestar.